LOS SARMIENTO
DE VILLANDRANDO QUITEÑOS.
Un caso de
apropiación del segundo apellido (?).
Patricio
Muñoz Valdivieso
El arribo a
la ciudad de Quito de D. Juan Sarmiento de Villandrando hacia 1670 procedente
de la gobernación de Jaén de Bracamoros, sujeta a la jurisdicción de la
Audiencia quiteña, en el confín fronterizo con la Audiencia limeña, provisto de
la calidad de encomendero, dio origen a un viejo tronco que por líneas maternas
abarca a muchos linajes asentados en la capital del futuro Ecuador y en su
inmediata zona de influencia: el centro del país, aunque comprende algo del
torrente familiar del Azuay y poquísimo de Guayaquil; además que implicó la
aparente vinculación de la sociedad quiteña con una familia perteneciente a la
alta nobleza castellana titular de los condados de Salinas y Ribadeo.
Lo que nadie
hubiera podido imaginarse era que la conexión genealógica de la línea quiteña con
los Condes no era ni tan cercana ni tan cierta. El mismo cabeza de la familia
quiteña no podía remontarse en sus informaciones genealógicas a un nexo cierto
con la familia castellana, como mucho llegaba a iniciar su genealogía en la
figura del Dr. D. Juan Sarmiento, reconocido jurista de la edad de oro
española, quien culminó su larga carrera profesional con la consecución de las
presidencias de los Consejos de Indias y
de Hacienda y de la Audiencia de Granada. Y en efecto, no podía retroceder más
en el tiempo puesto que la filiación del mismo Presidente Sarmiento era
bastante insegura, o por lo menos desconocida, y ni que decir de su enlace con
la familia condal como se verá.
El
misterio se ha mantenido por casi 500 años y parece que muy posiblemente por un
tiempo más aún deba conservarse. La atadura entre los dos Juan por primera vez
en Ecuador se la publicita en la obra de Maximiliano Borrero Crespo, “Orígenes
Cuencanos (Apéndice)”: Sarmiento de Villandrando, en Rev. Ceniga 3, noviembre
de 1981, pp. 72-76, pues en la p. 231 del Tomo II de la obra original del mismo
autor “Orígenes Cuencanos” publicada en 1960, no se menciona aún nada sobre esa
probable vinculación, y es en la misma producción genealógica de 1981 que se
hace referencia a que el destacado abogado Dr. D. Juan Sarmiento podría estar
“emparentado probablemente” con la familia de los Condes de Salinas (título
otorgado a los Sarmiento) y Ribadeo (título concedido a los Villandrando y que
por herencia y sonado pleito acaecido desde 1517 recayó en los Sarmiento, específicamente
en el III Conde de Salinas desde 1525, nieto de Da. Marina de Villandrando,
quien ya viuda heredó el condado de Ribadeo al morir sin descendencia legítima
su hermano D. Pedro, quien si la tuvo con su esclava Leonor Rodríguez, cuyo
hijo Rodrigo de Villandrando y Rodríguez provocó el ruidoso juicio contra el
III Conde de Salinas)[1].
Conocida
esa ligadura entre los dos Juan y con el anuncio del probable parentesco con el
linaje condal de Salinas, el genealogista Fernando Jurado Noboa basándose: 1)
en un viejo papel proporcionado por Clemente Pino Ycaza[2]:
una “dispensa en latín” concedida en 1520 por el Colegio del Arzobispo de la
Universidad salmantina a un homónimo también llamado Juan Sarmiento, en la que
se decía que el postulante tenía dos “defectos de natalidad, el uno de
legitimidad y el otro, referente a pureza de sangre” [3],
pero en la que no se dice quienes eran los progenitores ni cómo estaban
contaminados sus genes; 2) en un cálculo cronológico aproximado de nacimiento
del colegial homónimo hacia 1500; y, 3) en la afirmación hecha en el Tizón de
la Nobleza atribuido al Cardenal Mendoza de que I Conde de Ribadeo D. Rodrigo
de Villandrando había mantenido una relación conyugal con una mujer de raza
negra o extramatrimonial con una esclava mulata de la que podía provenir Da.
Marina de Villandrando, condesa tardía de Villandrando y II condesa consorte de
Salinas, concluyó que se trataba del mismo Dr. D. Juan Sarmiento, atribuyéndole
entonces como posible afiliación la de ser hijo quizás del III Conde de Salinas
D. Diego Gómez Sarmiento de Villandrando. Y claro, el bochinche se armó y el indicado
Borrero contestó analizando tan solo si corría o no sangre negra –quizás en su
variante mora- en las venas del Dr. Sarmiento, pero aceptando tácitamente que
aquella filiación podía ser cierta por el provecho que se podía obtener de tan
notoria ascendencia por descender los Condes de Salinas de los reyes
castellanos.
Sin embargo,
para el caso, aunque no para otros efectos, aparentemente devendría en
insustancial la polémica tejida en torno a si corre o no sangre negra[4]
en los Sarmiento de Villandrando quiteños, pues es inexacta la afirmación
filiatoria de que el notable jurista Dr. D. Juan Sarmiento[5],
haya sido hijo del III Conde de Salinas D. Diego Gómez Sarmiento de
Villandrando[6]. ¿Y
por qué imprecisa tal afirmación?, porque el jurista nació por 1480 mientras
que su pretendido padre el III Conde nació por 1500[7],
veinte años después que su supuesto hijo. Sin embargo, la discusión originada
en torno a si hay o no pintas de raza negra, podría avalarse si se probara que
el hijo del jurista Dr. Dr. Juan Sarmiento llamado (D.) Juan Sarmiento de
Villandrando, n. por 1535, el primero que utilizó en esta línea el compuesto
apellido, le pudiera corresponder el apellido Villandrando por su desconocida
madre como se verá.
Inclusive el
homónimo al que se ha aludido que consiguió tal dispensa en 1520 y nacido por
1500 no podría ser hijo del III Conde, quizás el homónimo colegial pudiera ser
un hijo extramarital del padre del III Conde de Salinas o lo que es más
probable un hijo sacrílego del Dr. D. Pedro Gómez Sarmiento -o Sarmiento-, n. en
1478 en Ribadeo, Lugo, Galicia, sacerdote, Obispo de Tuy (1523 - 1525), de
Badajoz (1524 - 1525) de Palencia (1525 - 1534), Arzobispo de Santiago de
Compostela (1534 - 1541), Cardenal Príncipe de la Iglesia por nombramiento dado
por el Papa Pablo III en
1538-10-18, durante el reinado del Emperador Carlos V, y prelado que en Roma
usaba el llamado ahora Palacio del Cardenal Altemps, sede de los Cardenales
Españoles en la Roma renacentista que ostentaban la denominación cardenalicia
de Santiago[8];
y de allí la confusión entre los dos colegiales Juan, pues los dos estudiantes
tuvieron por sus respectivos padres a dos Pedro, por lo menos con toda
seguridad así se llamaba el progenitor del Presidente del Consejo de Indias. El
Cardenal fue hijo del II Conde y tío paterno del III Conde.
El III Conde,
n. por 1550 y f. en 1563[9],
fue vástago de D. Diego Sarmiento Mendoza y Villandrando, jamás apellidado así[10]
sino tan solo Sarmiento o Gómez Sarmiento, n. por 1460 y f. en 1504[11],
nunca creado en 1470 Conde de Salinas[12],
y de Da. María de Ulloa. A su vez D. Diego, n. por 1460 fue hijo segundogénito
del II Conde de Salinas D. Diego Gómez Sarmiento, n. por 1425, quien testó dos
veces (1484 y 1505) y f. en 1505, y de Da. María de Villandrando, la cual
después de su viudez se convirtió en tardía heredera del condado de Ribadeo
como heredera de su hermano D. Pedro de Villandrando. A su vez el II Conde de
Salinas fue hijo de D. Pedro Ruiz Sarmiento –o Sarmiento-, n. por 1400 y f. en
1464, I Conde de Salinas ya en mayo de 1445, Alcalde Mayor de Guipúzcoa –cargo
ostentado durante algunas generaciones por los Sarmiento-, uno de los primeros
grandes promotores del antisemitismo en tierras españolas, y de Da. María de
Mendoza[13].
Sólo a partir del III Conde, nieto materno de una Villandrando, y por efecto de
haberse integrado desde él los dos condados de Salinas y Ribadeo, los Sarmiento
unirán a su apellido original también el de Villandrando, lo que antes no había
sucedido. Además, vale tomar en cuenta que muchas veces se ha confundido como
III Conde a D. Diego Sarmiento, n. por 1460, quien murió antes que su padre el
II Conde, y de ello también se han derivado otra serie de dislates.
Un hecho
cierto a todas luces es que en Ecuador y concretamente en Guayaquil existen
descendientes de los Sarmiento, plenamente identificados como parientes de los
Condes de Salinas, a través de la antigua familia Ramírez de Arellano al
parecer extinta, los que provienen de Da. Constanza Sarmiento, esposa de D.
Carlos Arellano, Señor de Cameros en 1393, abuelos paternos del primer Condes
de Aguilar. Ella era hija de D. Diego Gómez Sarmiento, I Señor de Salinas,
quien testó en 1384 y f. en 1385 y de Da. Leonor de Castilla, sobrina del
primer Trastamara reinante. Da. Constanza fue hermana de D. Diego Pérez
Sarmiento, III Señor de Salinas, f. en 1433, casado en primeras nupcias con Da.
Mencia de Stúñiga, f. en 1415, padres del ya señalado I Conde de Salinas D.
Pedro Ruiz Sarmiento, n. por 1400[14].
Ahora sí, con
estos antecedentes, corresponde pues examinar la procedencia del jurista
Sarmiento, que jamás en vida usó el Sarmiento de Villandrando, justamente
porque no le atañía el segundo apellido. Antes que todo, expreso mis
agradecimientos a Javier Gómez de Olea y Bustinza por haberse empeñado
personalmente en obtener la documentación publicada y no publicada en España sobre la biografía del
jurista y a la Madre María Paz de Salazar y Acha quien con su valiosa ayuda
paleográfica pudo descifrar el contenido del expediente de Alcántara armado para
alcanzar el hábito caballeresco por el jurisconsulto.
El Lic. Juan
Sarmiento en las pruebas para lograr la investidura como caballero de la Orden
Militar de Alcántara realizadas en 1528-05-19 en la villa de Olmedo en la
provincia castellana de Valladolid aún no recibía el tratamiento de
endonamiento. Los nueve testigos que
declararon, todos vecinos de Olmedo, fueron: 1) Álvaro N., de 77 años, 2) Pedro
de Robres, de 70, 3) Juan de Guzmán, de 50, 4) Fernando de Olmedilla, regidor,
de 60 años, 5) Francisco de Mercado, regidor, de 50 años, 6) Alfonso Rodríguez
de Madrid, de 64 años, 7) Juan Robles, escribano, de 46 años, 8) Francisco
Ramírez, de 85 años, 9) Inés, mujer de Gonzalo Zapatero, de 58 años.
Las preguntas, como era
típico, versaron sobre: 1) Si conocen al licenciado Sarmiento, 2) Si conocen a
su padre y madre y de dónde son naturales, 3 Si conocieron a sus abuelos por
parte de padre y por parte de madre, 4) Si saben que el licenciado Sarmiento y
sus padres y abuelos son hijosdalgo, 5) Si saben que el licenciado es hijo
legítimo de legítimo matrimonio, 6) Si saben de qué edad es el licenciado
Sarmiento, 7) Si es hombre sano sin enfermedad alguna que le impida la
actividad de caballería, 8) Si saben que haya vivido con algunos señores
o tenido cargo de su hacienda por donde sea obligado a darles nada, 9) Si saben
que el licenciado sea casado ni ha sido desposado por palabras de presente con
alguna mujer.
Los testigos respondieron
que el Lic. Juan Sarmiento fue hijo de los esposos Pedro Sarmiento e Isabel de
Ortega los que casaron en la iglesia de San Juan de la villa de Olmedo.
Que
el abuelo paterno se llamó Juan Sarmiento, no se acuerdan como se llamó
su esposa, y que tanto el abuelo como abuela paternos eran naturales y vecinos
de Roa en Valladolid y eran nobles e hidalgos. Que su abuelo materno fue Fernán
González de Ortega, natural de Olmedo, donde fue escribano del concejo,
de buena casta e de onbres fijos dalgo, pero no recuerdan el nombre de
su mujer. Otro añade que Fernán González de Ortega además de escribano del
concejo, lo fue de los buenos hombres pecheros.
El octavo testigo dijo que
en esta villa ay dos linajes, el uno que dicen “de dentro” y el otro que dicen
“de fuera” e sabe que Pedro Sarmiento era del linaje de fuera e votaba como los
otros hombres hijosdalgo de él, que si no lo fuera no le recibieran en él. El
primer testigo declara que conoce a Pedro Sarmiento desde hace 40 ó 50 años
a esta parte, viviendo en Olmedo estando casado y que siempre fue avido e
tenido por hombre hijodalgo notorio y los vio todo el dicho tiempo vivir en
posesión asta que murió (...) e porque siempre mientras que en ella
vivió, este testigo le vio vivir en libertad como los caballeros e hijos dalgo
della viven e moran e estando en los ayuntamientos e linajes de la villa
donde los hombres hijosdalgo tienen de costumbre de entrar a votar para dar
oficios a los onbres hijosdalgo así como son oficios de regimientos,
escribanías e fieldades, los quales oficios no se dan ni se pueden dar sino a
onbres hijosdalgo, y valía su voto como el de los otros hijosdalgo. El
quinto testigo añade que sabe que goza de todas las franquezas e
libertades que gozan los omes fijosdalgo e porque los vio entrar en el linaje
que dicen “de fuera” donde se dan por votos los oficios de
regimientos e escribanías e fieldades e valía sus votos dellos como los
otros fijosdalgo, los quales si no fueran hidalgos no los consintieran ni
entrar ni votar.
El testigo sexto declaró
que oyó decir a su madre, que fue mujer de Juan Rodríguez de Madrid,
escribano que fue del concejo de esta villa, que, siendo ella doncella, conoció
mucho al padre e madre de Pedro Sarmiento, aguelos del licenciado Juan
Sarmiento, e a todo su linaje porque fueron vecinos de su padre de la dicha su
madre de este testigo y que eran personas nobles e muy honrados hijosdalgo, sin
mácula de judíos ni marranos ni labradores ni villanos. Añade que Pedro
Sarmiento era del linaje “de fuera” y que ninguno puede ser de los dichos
linajes si no es hombre hijodalgo. La última testigo declara que oyó
decir muchas veces a la dicha Juana de Roa su madre de esta testigo, que Juan
Sarmiento y su mujer, padres de Pedro Sarmiento e aguelos del licenciado Juan
Sarmiento vivían en la villa de Roa e que en ella estaban avidos e tenidos por
hijosdalgo syn macula de villanos ni conversos (...)
Los testigos en general
pensaban que el Lic. Sarmiento podía tener 47 ó 48 años; el quinto testigo entre
los 45 y 50; el sexto dijo que entre los 46 y 47; el primero lo hace de unos
cincuenta años porque vio casar a su padre Pedro Sarmiento con su mujer; el
séptimo dijo que unos 48 porque no puede llevarle más de dos años, ya que
fueron juntos a la escuela desde niños.
Todos lo tenían por hombre
sano que no padece ningún mal ni enfermedad que le impida el ejercicio de la
caballería. El segundo testigo dijo que así lo ha visto desde hace cuarenta
años que le conoce. Ningún testigo le ha visto vivir con ningún señor ni estar
a cargo de la hacienda de nadie, salvo vivir con el rey don Fernando, el
Católico, y las siguientes majestades, y
que ha sido alcalde en la chancillería de sus majestades e agora oidor della.
Es decir, estuvo al servicio tanto del rey don Fernando como de su hija la
reina doña Juana y del rey don Carlos I. Que antes de ser funcionario de la
Cancillería, según el quinto testigo, fue corregidor de Badajoz –coincidencialmente
sede diocesana también del Cardenal Pedro- y el sexto
matiza que fue corregidor en Jerez de Badajoz.
El tercero dijo además: que
fue alcalde mayor en los estudios por mandado de su magestad. El séptimo y
el octavo lo expresan así: después que salió del colejio del cardenal le ha
visto bevir con el rey teniendo oficios de alcalde en la chancillería de su
majestad e siendo oidor agora en ella.
Respondieron que el Lic.
Sarmiento estuvo casado y que estando actualmente viudo no conocían que tuviera
dada palabra de casamiento a ninguna mujer. El séptimo testigo dice que el
licenciado Juan Sarmiento estuvo casado con la hija del licenciado Pedrosa.
En definitiva, gracias a
esa información genealógica se conoce que el más antiguo Sarmiento fue:
1) JUAN SARMIENTO, n. por
1420. Casado con señora de nombres y apellidos desconocidos, los que fueron padres
de:
2) PEDRO SARMIENTO, n. por
1450 en Roa en Valladolid. Casado con Isabel de Ortega, hija de Fernán
González de Ortega. Padres de:
3) Lcdo. y Dr. (D.) JUAN SARMIENTO, n. por 1480 en Olmedo en Valladolid. Cc. una hija del licenciado Pedrosa,
de la que estaba viudo ya en 1528.
Ahora bien, en el interrogatorio nunca los testigos hablan
de relación alguna con los condes de Salinas. Sólo como hipótesis se podría
decir que el primer Juan Sarmiento, contemporáneo de otro homónimo suyo: D.
Juan Sarmiento y Mendoza, hijo del I Conde de Salinas, podría ser un hijo
prematrimonial del indicado I Conde. D. Juan Sarmiento y Mendoza fue esposo de
una hija de D. Pedro de Montealegre y se desconoce si hubo sucesión de allí[15].
Continuando con el Lic. y Dr. Sarmiento, podemos
agregar algunas contradicciones genealógicas adicionales y algunos datos biográficos
más. Tenemos que en la “Historia del Colegio Viejo de San Bartholomé, Mayor de
la Célebre Universidad de Salamanca”, fundado por el Dr. D. Diego de Anaya
Maldonado, Arzobispo de Sevilla, cuya primera parte fue escrita en 1661 por D.
Francisco Ruiz de Vergara y Álava, aumentada y corregida por el Marqués de
Alventos D. Joseph de Rojas y Contreras, autor de la segunda parte en 1766[16],
parece se confunden también datos de los dos colegiales Juan.
No hay duda que los dos fueron Bachilleres en Leyes. El
jurista fue nacido en Olmedo por 1480 en tanto que el otro en Burgos por 1500;
y vale la pena recalcar que Burgos estuvo muy ligada a la familia condal según
se aprecia de la lectura del estupendo libro escrito por Hegoi Urcelay Gaona,
Los Sarmiento, Condes de Salinas: orígenes y elevación de una nueva clase
señorial (siglos XII-XVI), Universidad del País Vasco, 2009, pp. 386-387, y que
allí vivieron muchos miembros del linaje, quizás unos legítimos y otros no, que
alcanzaron posiciones de primer orden dentro del gobierno de la ciudad[17].
En la obra histórica sobre el colegio se ha consignado
erráticamente que cualquiera de los dos Pedro Sarmiento, padres de los dos
Juan, fue hijo de “Don Diego Pérez Sarmiento, Conde de Salinas y Ribadeo, y de
la Condesa Doña María de Ulloa”. Pedro Sarmiento el padre del jurista nació por
1450 y el Cardenal Pedro Sarmiento, presumible padre del otro Juan, fue nacido
en 1478. Y claro está, ninguno de ellos fue hijo de los mencionados “Condes de
Salinas y Ribadeo” pues ellos: 1) jamás ostentaron tales títulos, y, 2) D.
Diego nació por 1460 y Da. María de Ulloa nació por 1475. Véase solo las fechas
para evitarnos comentarios.
En esa misma obra, uno de los dos Juan, fue recibido
sin oposición, por cédula blanca y negra en el Colegio de San Bartolomé en
1535-08-14 como profesor de la Cátedra de Código. Se conoce que el jurista
Juan, n. por 1480, si es que él fue el catedrático, de allí salió para
desempeñarse como Oidor de la Audiencia y Cancillería de Granada.
Desde ese momento los datos registrados pertenecen con
exactitud al jurista. Se desconoce qué pasó con el homónimo. Viudo el sabio
abogado como se sabe, después de 1528, profesó el sacerdocio. Fue Abad del
monasterio de Benevívere[18]
al parecer desde 1551, cuya elección era por un período trienal, y “que es de
canónigos regulares de la Orden de San Agustín nullius diócesis, cerca de la
villa de Carrión de los Condes[19]
en la tierra de Campos, patrocinado desde su fundación por los Sarmiento, lo
que sin duda, avala que tenía parentesco con la familia condal aunque no tan
inmediato, y también Abad de Santa Fe en la Iglesia de Granada.
Entre 1550 y 1564 fue Oidor de la Audiencia de Granada[20].
En 1552 el Emperador Carlos V, también Rey de España como Carlos I, le designó
miembro del Consejo de Indias y lo nombró Capellán Mayor de la Capilla Real de
los Reyes Viejos de Toledo. En 1561 –no 1559- Felipe II lo nombró Pdte. de la
Audiencia de Granada, y en enero de 1563 –no 1571-, sin dejación del cargo
anterior, también simultáneamente lo designó Pdte. del Consejo de Indias, y
además de su salario le dio 1000 ps. de pensión[21].
En la presidencia del consejo indiano en 1564 fue sucedido por D. Fco. Tello de
Sandoval, mientras que Sarmiento había reemplazado al mismo Tello en 1561 en la
presidencia del tribunal granadino[22].
Murió por marzo de 1564 en la abadía de Benevívere,
cerca de Carrión en el Obispado de Palencia –coincidencialmente diócesis
servida por el Cardenal Pedro-, año en que se le mandó servir también la
presidencia del Consejo de Hacienda junto con las otras dos presidencias. Vaya
que tenía muy buena reputación y gozaba de amplia confianza real a sus casi 83
años.
En la misma obra sobre la historia del colegio, se
dice que fue sobrino suyo el insigne Obispo de Jaén en Castilla D. Francisco
Sarmiento, autor de las Selectas, y otros grandes y caballeros castellanos,
aunque aquello constituye una muy vaga declaración[23].
Como anécdota valdría la pena comentar que se ha
fabricado la falsa identidad de “Juan de Sarmiento de Gamboa” como autor de "Relación
de la sucesión y govierno de los Yncas, señores naturales que fueron de las
provincias del Perú, y otras cosas tocantes a aquel reyno, para el Iltmo. Señor
Don Juan Sarmiento, Presidente del Consejo Rl. de Indias",
Sevilla, 1534 –debe ser 1564-. Sin embargo, a leguas se advierte que tal
personaje no existió como bien lo advirtió el gran publicista español Marcos
Jiménez de la Espada.
“Marcos Jiménez de la Espada, que ha revivido la fama
de Cieza de León, con infatigable erudición, refiere que tan mala suerte tuvo
nuestro cronista, aun en los tiempos modernos, que la Relación de la sucesión y
gobiernos de los Incas y otras cosas tocantes á aquel reino” (que forma
la 2.a parte inédita de sus obras) fué atribuida por Prescott á
aquel á quien Cieza la dedicó,-don Juan de Sarmiento, Presidente del Consejo de
Indias,- por culpa de un escribiente; que al copiarla puso por en lugar
de para.
Y aquí termina la historia de las noticias sobre el
manuscrito de El Señorío de los Incas, que luego sería encontrado, y no en
original, en el siglo XIX.
En este siglo XIX se va a proceder a la recuperación de la obra, comenzando precisamente por esta Segunda Parte, que volvemos a editar ahora. Pero fue una recuperación incompleta, ya que la hizo el norteamericano --hispanista insigne en tantos aspectos-- William Prescott (como ya indicamos en el estudio preliminar de la edición de la Primera Parte) usándolo como fuente para su Conquest of Peru, según una copia que le proporcionó el librero Obadiah Rich, tomada del texto que se conserva en El Escorial. Incompleta porque una mala lectura de la preposición para (traduciéndola como por) hizo que pensara que había sido escrita por el Presidente Sarmiento, del Consejo de Indias, para quien sin duda fue realizada la copia escurialense, en los tiempos en que se reclamaba la obra de Cieza al inquisidor de Sevilla.
En este siglo XIX se va a proceder a la recuperación de la obra, comenzando precisamente por esta Segunda Parte, que volvemos a editar ahora. Pero fue una recuperación incompleta, ya que la hizo el norteamericano --hispanista insigne en tantos aspectos-- William Prescott (como ya indicamos en el estudio preliminar de la edición de la Primera Parte) usándolo como fuente para su Conquest of Peru, según una copia que le proporcionó el librero Obadiah Rich, tomada del texto que se conserva en El Escorial. Incompleta porque una mala lectura de la preposición para (traduciéndola como por) hizo que pensara que había sido escrita por el Presidente Sarmiento, del Consejo de Indias, para quien sin duda fue realizada la copia escurialense, en los tiempos en que se reclamaba la obra de Cieza al inquisidor de Sevilla.
Fue Harrisse el primero que se dio cuenta de esta
equivocación traductora de Prescott (18), pero sin dar todavía con el autor,
tomando el texto (que ya sitúa en la biblioteca de El Escorial, pero con error
en la signatura) como anónimo, propio de un unknown author, como dice
textualmente. La obra de Cieza emergía lentamente --en 1847--, a los doscientos
noventa y tres años de la muerte de su autor” [24].
En otras obras se ha referido que el autor de la obra
de Pedro Cieza de León fue el cronista Pedro
de Sarmiento de Gamboa, autor que si existió y lo fue de "Historia
Indica", Buenos Aires, 1942, y de "Segunda parte de la historia
general chronica indica (1572)", Berlín, 1906.
Por si existiere alguna duda sobre la veracidad de la existencia de los
dos colegiales Juan, nos remitimos a la cronología.
Sería virtualmente imposible que el colegial nacido por 1500, admitido por
dispensa en el Colegio Mayor Salmantino en 1520, haya podido servir al Rey
Católico Fernando, regente de Castilla a intervalos entre 1506 y 1516, año este
último en que murió el soberano. Tal misión solo hubiera podido cumplirla el
Juan nacido por 1480.
Nuevamente
insistamos en las contradicciones genealógicas, otra versión, solo que esa
sumamente descabezada se da en la obra de Pedro Mexía de Ovando, La Ovandina de
Nobleza, Libro II, Imprenta de Geronymo de Contreras, Lima, 1621, pp.
304-304vta., escrita para satisfacer y exaltar las vanidades de ciertos grupos
familiares de la capital virreinal peruana que provocó tal ira y rencor social
que hubo de ser condenada a la hoguera aunque salvándose algunos ejemplares. Ni
siquiera vale la pena trascribirla en los orígenes más remotos por lo
enfáticamente errática información contenida. En ella se acentúa otra vez que
el Presidente del Consejo de Indias es nieto de “Don Diego Sarmiento de
Villandrando, y de Doña María de Ulloa, Condes de Salinas, y Ribadeo”, lo que
ya se ha desechado cronológicamente, y para idiotizar un poco más al público
lector se dice que a través de un inexistente hijo llamado Juan habido en el
matrimonio Sarmiento-Ulloa.
Se publicita
eso sí en la obra de Ovando que la esposa del jurista se llamó Da. Isabel de Guzmán, dato no
consignado en la probanza realizada por aquel para tomar el hábito de Alcántara,
aunque a su cónyuge en una información realizada hacia 1586 por su nieto y
homónimo D. Juan Sarmiento de Villandrando, establecido en América, se la
denominó Da. Isabel de Ortega[25],
tal como a la madre del abogado, lo que ya deja entrever que algo extraño
sucede respecto a ella.
En la información citada por Herrera-Vaillant se
añade que el Lic. Sarmiento fue Presidente del Consejo Real de Indias por Real
Provisión expedida en Aranjuez el 9 de enero de 1564 –debe ser 1563-, que fue
también Oidor del Real Consejo de las Órdenes, Caballero e historiador de la
Orden de Alcántara, y que su familia estaba vinculada a la Casa de los Condes
de Salinas y de Ribadeo.
Otra información biográfica adicional se la
encuentra en la obra del mismo Borrero Crespo, “Orígenes
Cuencanos (Apéndice)”: Sarmiento de Villandrando, en Rev. Ceniga 3, noviembre
de 1981, pp. 72-76. Allí se dice que fue colegial de Salamanca en
el Colegio del Arzobispo, Licenciado en Leyes, Consejero y luego Presidente del
Consejo de Indias por títulos expedidos el 28-03-1552 y el 9-01-1563,
respectivamente.
Superada
esta etapa en que como hemos visto el notable miembro del foro castellano no
tenía a su haber el apellido Villandrando, concentrémonos en desarrollar su
sucesión. Su hijo conocido, nacido una vez que ya estaba viudo el eminente
jurista, fue otro homónimo más y fue:
4) (D.) JUAN SARMIENTO DE
VILLANDRANDO (O GÓMEZ DE VILLANDRANDO O DE VILLANDRANDO), el primero que aparentemente se apropió (?) del apellido
Villandrando, n. por 1535 en España.
Habíamos
visto ya quien podía ser su madre, sin embargo, ponemos en duda o en incógnita
aún la identidad de ella. Que se haya llamado igual que la abuela paterna del
aquí tratado como se ha consignado en la información del hijo homónimo del
biografiado es bastante extraño por no decir sospechoso, mientras que la
apellidación dada a ella en la Ovandina por lo cuestionable de la obra también
la dejamos así por estar donde está trascrita. Su nombre real aún va a
permanecer oculto un tiempo más según se nota y en su época al parecer se lo
ocultó para probablemente guardar la honra y posición social de la señora quien
tuvo a su hijo el biografiado fuera de matrimonio. Pero, he aquí que nos surge otra
duda, descartamos ya que por su padre le correspondiera el apellido
Villandrando, pero no así por la madre cuyo nombre como se ha dicho se
desconoce, acaso es que la madre del biografiado era Villandrando o acaso una
descendiente de los Sarmiento de Villandrando titulares de los condados de
Salinas y Ribadeo. Quizás también delate esta posibilidad que haya usado el
apellido Gómez muy unido a los Condes en si mismo (?). La respuesta está
todavía bastante lejos de alcanzarse según parece.
Fue vecino de la castellana
ciudad de Valladolid[26].
Este personaje se aventuró en vida de su padre al nuevo mundo cuando ya
su progenitor era miembro del Consejo de Indias. Alrededor de 1556 pasó por
primera vez a la isla Española donde casó con Da. Marcela
Manrique, que a la sazón tenía catorce años, n. por 1542. Inmediatamente
viajaron a España, tuvieron a su hijo D. Juan en 1558, y en marzo de 1559 salió
de la península ibérica por segunda vez al nuevo continente “en calidad de
Capitán de la nave "La Trinidad" y de Maese de Campo, de la
expedición de seiscientos hombres que se dirigió al Río de la Plata bajo el
mando del Gobernador el valenciano Jaime Rasguin –o Rasquin-. Fracasada la
expedición que jamás llegó a la región rioplatense y se disolvió a la altura de
las Antillas[27],
con dos naves recaló don Juan Gómez de Villandrando en VII-1559 en Santo
Domingo en busca de agua potable por cuanto la tripulación perecía de sed. Era
por entonces, según consta en un documento, "mozo de hasta veinte años y
hombre que más de cuarenta parecía en cristiandad y ánimo"[28].
Seguramente su padre como miembro del Consejo indiano consiguió para el joven
Juan de 24 años aproximadamente que pudiera viajar al nuevo continente por esta
segunda ocasión con tales altas calidades y responsabilidades. Luego le siguió
su esposa en 1560 después de haber dado a luz a su hija Da. Aldonza.
“El Maestre
de Campo (don) Juan Gómez de Villandrando fue nombrado por su suegra doña
Aldonza Manrique como Teniente de Gobernador[29]
de la isla Margarita -en las actuales Antillas venezolanas y entonces parte de
la Audiencia de Santo Domingo-, cargo que lo ejerció por casi ocho meses por
cuanto en VII-1561 fue apresado a traición por el sanguinario Lope de Aguirre
que había desembarcado en la isla y muerto a garrote, en compañía de otras
autoridades, el l-IX-1561” [30]. Además,
Aguirre le arrebató su fortuna y se afirmó que le dio esa muerte por no haberle
secundado en sus planes a pesar que Aguirre ofreció a D. Juan coronarlo Rey de
la Isla Española[31],
fuera de destruir la ciudad de Puerto de la Mar –llamado también Pueblo de la
Mar o Pueblo Viejo y actualmente Porlamar-[32].
“En vista
del trágico fallecimiento de su yerno y de las grandes pérdidas que por la
invasión de los marañones sufrió en sus bienes, doña Aldonza se trasladó a
España a principios de 1565 en compañía de su hija Marcela y de sus nietos Juan
y Aldonza, y pidió a Felipe II que le fuese prorrogada la Gobernación por una
vida más como compensación de manera que la pudiese ejercer su nieto Juan.
Aprobada la solicitud el 14-V-1565 fue confirmada como Gobernadora por Real
Cédula de 12-I-1566”.
“Doña
Marcela era hija legítima de (don) Pedro Ortiz Sandoval, fallecido en 1546, uno
de los conquistadores del Perú, quien regresó con apreciable caudal y casó en
Santo Domingo en 1535 con doña Aldonza de Villalobos, apellidada generalmente Manrique,
quien hallándose gravemente enferma, testó en Madrid el 4-X-1575 y falleció
poco después, la misma que tomó posesión de la Gobernación de la isla Margarita
el 30-VI-1542, en virtud de la cláusula testamentaria pertinente de su padre
confirmada por el Emperador Carlos V en Valladolid el 14-VI-1527”. Da. Aldonza fue
la Gobernadora de la provincia de “la Margarita durante treinta y tres años” [33],
aunque sin residir allí. Fue una afamada
personalidad ligada a la primera historia de Margarita. Da. Aldonza de
Villalobos Manrique –o Manrique- nació en Santo Domingo por 1520 y murió en
Madrid en 1575-10-06.
“Nieta[34]
materna del Licenciado (don) Marcelo de Villalobos, natural de Sevilla, España,
y residente en Jerez[35]
de la Frontera, Cádiz[36],
Oidor del primer Tribunal de Apelaciones –es decir, de la Audiencia- de la Isla
Española, y primer Presidente de ella, establecida en la ciudad de Santo
Domingo, a quien por capitulación realizada en Madrid, el 18-III-1525, se le
concedió el poblamiento y colonización de la isla Margarita por dos vidas, la
de él y la de un heredero que designaría, concesión que, por no haber cumplido
en el plazo estipulado, le fue prorrogada por dos años más en Granada el
14-IX-1526, aunque tampoco pudo llevarse a cabo por haber fallecido poco antes,
y de doña Isabel Manrique, española, de la casa de los Duques de Najara según
el desprestigiado Mexía de Ovando, quien, ya viuda, obtuvo la mentada confirmación
de la capitulación otorgada a favor de su esposo ejerciendo el gobierno de la
isla durante la menor edad de su hija doña Aldonza a quien correspondía dicho
derecho. Bisnieta materna paterna de (don) Diego de Villalobos y (doña) Aldonza
de Vera” [37].
Respecto del
Lic. Marcelo[38] de
Villalobos, Oidor de la Audiencia de la Isla Española[39],
también se agrega que pasó en 1512-02-26 a Indias[40]
y que fue poblador de la isla Margarita de la que fue su primer Gobernador por
dos vidas[41]. Había
llegado con su esposa a la isla Española en 1512. Obtuvo en 1525 por
capitulación con la Corona “la gobernación de la isla de Margarita, pero
falleció en 1526 cuando se aprestaba a viajar a ésta. Su viuda solicitó que los
derechos de la gobernación fuesen transferidos a su hija Aldonza, lo cual fue
concedido por el Rey en 1527, con la condición de que mientras fuese menor” no
contrajera matrimonio y gobernase en su lugar un varón de edad cumplida[42]. Da.
Isabel Manrique en 1526 como tutora de Da. Aldonza, la gobernadora de Margarita
“envió a sus tenientes Pedro de Villardiga y Pedro Alegría, a construir un
fuerte en la bahía de Guaraguao, llamado San Pedro Mártir” [43].
“La madre, en nombre de Aldonza, designó sucesivamente como tenientes de
gobernador a Pedro Villardiga y a Francisco Fajardo, entre otros.
Mientras tanto, alegando que los
Villalobos no habían hecho nada en Margarita, el Cabildo de la Nueva Cádiz de
Cubagua pidió a la Corona que aquélla pasase a la jurisdicción de Cubagua. En
1535, procedente del Perú, llegó a Santo Domingo el conquistador Pedro Ortiz de
Sandoval[44] –u
Ortiz-, n. de Ampuero en Castilla la Vieja, quien había sido compañero de
Francisco Pizarro y de Hernando de Soto en Cajamarca donde obtuvo en el reparto
del rescate de Atahualpa 362 marcos de plata y 8880 ps. de oro y Jauja hasta
junio de 1534, aparentemente jamás llegó al Cuzco[45].
Da. Aldonza, entonces de 15 años de edad, casó con Ortiz, y juntos reclamaron
la gobernación de Margarita, pleiteando con los de Cubagua. El Consejo de
Indias confirmó en 1539 el derecho de Da. Aldonza, que sólo pudo entrar en
posesión del mismo el 30 de junio de 1542. Entre ese año y el de 1546, en que
murió Ortiz, Aldonza y su marido ejercieron el poder en la provincia de
Margarita a través de tenientes de gobernador. No hay pruebas de que ella
viajase nunca a la isla; tampoco se sabe si lo hizo su marido, aun cuando los
datos sobre la muerte de éste son contradictorios, pues en unos documentos se
dice que murió en Margarita y en otros que fue en Santo Domingo; esto último
parece lo más probable. Da. Aldonza retuvo el título de gobernadora de
Margarita, pero continuó en Santo Domingo, hasta que su hija Da. Marcela”, n.
por 1542, “ habida en su matrimonio con Pedro Ortiz[46],
casó por 1556 en Santo Domingo a los 14 años de edad con Juan Gómez de Villandrando,
quien pasó a Margarita como teniente de gobernador para regirla en nombre de Da.
Aldonza”, su suegra. Da. “Marcela Ortiz
Villalobos quedó viuda y con 2 hijos. En 1565 Da. Aldonza viajó a España con su
hija” Da. Marcela “y sus nietos, y solicitó ante el Consejo de Indias que la
gobernación de Margarita fuese transferida a uno de ellos, D. Juan Sarmiento de
Villandrando; así lo consiguió al cabo de 10 años[47] –en junio
de 1575[48]-, pero
cuando el nombramiento fue expedido en firme –en diciembre de 1575-, ya Da. Aldonza
había fallecido” [49] hacía
dos meses, en octubre.
Hermana menor de la Gobernadora
Da. Aldonza Manrique y por lo tanto otra hija del Lic. Marcelo de Villalobos,
colegial de Salamanca, y de su esposa Da. Isabel Manrique fue Da. María Manrique
de Lara, n. por 1522 en Santo Domingo, la que sabía firmar, esposa del
conocidísimo conquistador de Nicaragua y del Perú Vasco de Guevara, n. por 1508
en Toledo y f. en 1568, quien pasó a Sudamérica con el adelantado Pedro de
Alvarado, quienes tienen amplísima sucesión en el país de los antiguos incas[50].
El Maestre
de Campo don Juan Gómez de Villandrando y doña Marcela Manrique –u Ortiz
Villalobos-, la que casó por segunda vez con don Miguel Maza de Lizana, fueron
padres de:
a) D. JUAN SARMIENTO DE VILLANDRANDO (Ver No. 5)
b) Da. ALDONZA MANRIQUE, llamada y apellidada tal como su abuela materna,
n. por 1560 en Madrid[51].
5. D. JUAN SARMIENTO DE VILLANDRANDO (O DE VILLANDRANDO O DE SARMIENTO DE VILLANDRANDO Y MANRIQUE), n. en
1558-01-01 en Madrid[52].
En él recayó el derecho al gobierno de la isla Margarita -poco antes- de la
muerte de su abuela materna doña Aldonza. Mientras alcanzaba la mayoría de edad
fue designado por Real Cédula de 6-XII-1575 como Gobernador su padrastro don
Miguel Maza de Lizana, segundo esposo de su madre doña Marcela Manrique, el
mismo que tuvo graves controversias con la Audiencia de Santo Domingo que
terminó por reducirlo a prisión y levantarle proceso[53].
Así mismo, hasta que pudo tomar posesión de su gobierno otros individuos
ocuparon la gobernación margariteña[54].
Obtuvo
pasaporte para pasar al Perú en 1580-04-27, se declaró que era soltero y
llevaba como criados a Antonio de Poza y Pedro de Villarreal, naturales de
Carrión[55].
Había sido esmeradamente preparado para el cargo que había de desempeñar,
empezó a gobernar la Margarita el 1-I-1583, justamente al cumplir los 25 años.
Fue el
último de su familia en ser Gobernador de la isla Margarita desde 1583 hasta su
muerte en 1593 –pero no el último Gobernador de tal región-[56].
En abril de 1586 como Gobernador de esa jurisdicción pidió que se haga una
información de sus servicios en la ciudad de Sto. Domingo, se declaró allí que
por haber muy pocos vecinos le tocaba correr con casi todos los gastos, razón
por la que pide se le mejoren los salarios por el Consejo de Indias. La relación
se efectúa en junio, actuó como su apoderado Martín de Salaeta, presentó un
testigo vecino de la ciudad de Santiago de León en la provincia de Venezuela,
otros de la ciudad capital de la Audiencia y otro de Margarita[57].
Así mismo, D. Juan construyó un fuerte para que se guarecieran las canoas de
pescadores de perlas de los ataques de los corsarios.
Respecto de
la muerte de D. Juan existen tres versiones: una, dada por sus descendientes,
en la que se expresa que murió ocupando ese cargo peleando con una barca de los
flamencos rebeldes los que lo abalearon a consecuencia de lo que cayó al mar
completamente “hecho pedazos” según se informaba en enero de 1680 [58];
otra que su muerte ocurrió en Puerto de la Mar –llamado también Pueblo de la
Mar o Pueblo Viejo y actualmente Porlamar- “el 22 de mayo de
1593, fecha en que desembarcó allí, con 4 barcos y 400 hombres, el pirata
inglés John Burg, entablándose batalla con los pobladores, al mando del
gobernador Juan Sarmiento de Villandrando, quien murió en defensa de la
población”, en tanto que Felipe de Linares y Torrellas, murió en defensa de La
Asunción[59]; y,
una tercera, que en 1593, recaló en la isla una nave corsaria
inglesa, que se hacía pasar por holandesa, cargada de mercaderías que pretendía
vender a los isleños. Por esos mismos días arribo una galera de España a cuyo
comandante propuso don Juan atacar la nave inglesa. Entablado el combate el
13-XI-1593, los corsarios que se hallaban bien armados se defendieron vigorosamente
pereciendo en la acción don Juan Sarmiento de Villandrando a consecuencia de
una bala de cañón que hizo blanco en él y lo lanzó al mar hecho pedazos[60].
Había casado
hacia 1585 de unos 27 años de edad con doña Juana de Castellanos, n. por 1570, la
que tuvo luego un segundo matrimonio[61].
Ella fue hija del Mariscal Miguel de Castellanos, el cual junto con su padre y
abuelo fueron conquistadores de Sta. Marta y Río de la Hacha –actual Guajira-
en la actual Colombia, los que gastaron en ellas más de 200.000 ps. en la
empresa conquistadora[62], y de
Da. Juana de la Riba[63].
D. Fco.
Maldonado de Saavedra, cuñado de Da. Juana de Castellanos, en una relación
hecha al Rey, pide mercedes para sustentar a sus hijos y nietos lo que se
acepta en septiembre de 1619 en Madrid, y una copia de esa cédula en sept. de
1621 en Cartagena se le otorga a D. Fco. Maldonado de Rivas. En la información
dice que hace más de 43 años sirve en las provincias de Cartagena y Sta. Marta
en la pacificación y conquista de los indios guajiros donde fue a su costa como
Cap. de Infantería y Gobernador de la gente de guerra gastando más de 10.000
ducados durante tres años en que consiguió hacer la paz; que cuando el corsario
Fco. Draque tomó la ciudad de Sto. Domingo fue a reconocer las fuerzas enemigas
por la costa para lo que compró un navío para ir a avisar a Cartagena y a
Tierra Firme, de donde retornó con una nao para recoger mercaderías y más de
millón y medio de barras de oro y plata tanto suyos como de otra gente que
vivía en Sto. Domingo, impidiendo que el pirata se lleve ese botín cuando
volvió a tomar la ciudad tres días después de la partida de la nave cargada con
ese tesoro, aunque en cambio el pirata le hundió la suya en revancha; que
cuando en 1595 regresó Draque y destruyó la ciudad de Río de la Hacha, el
pirata envió 500 hombres en dirección a un río que está a 8 leguas de esa
ciudad, pero que Maldonado con 9 arcabuceros defendió el paso matándole mucha
gente a Draque con lo que se permitió que escapen unos 400 refugiados entre los
que se contaban niños y mujeres que se encontraban en un palmar, mientras que
Maldonado con un soldado y un esclavo sacaron 44.000 ps. en perlas de los que
perdió unos 30.000 en manos enemigas, incluso dejando a su mujer e hijos solos
en la huída; que salió con 200 hombres a reducir a los indios de esas
provincias que salteaban y mataban a los viajeros, que en esa campaña estuvo 40
días, que murieron dos esclavos y que recibió tres flechazos de hierbas
venenosas que estuvieron a punto de matarlo; que donó 500 ps. y luego prestó
otros 4.000 al Rey, que luchó con ingleses y franceses y que fue Tte. de
Gobernador y Cap. Gral. en la costa de Tierra Firme; que capituló con el Gob.
de Cartagena D. Pedro de Acuña la conquista del Darién en que gastó más de
20.000 ps. la que no se llegó a cimentar, habiéndole acompañado su hijo el
agustino Fr. Melchor Maldonado como capellán; que está casado con Da. Inés
Ortiz de Castellanos –hermana de Da. Juana-, hija del indicado Mariscal Miguel
de Castellanos, nieta paterna de Fco. Castellanos, bisnieta paterna de Miguel
de Castellanos, nieta materna de Joan Tomé de Rivas, quien sirvió al Rey Carlos
I como Cap. de Infantería en la conquista de la isla de Cubagua y provincia de
Cumanao –o Cumaná-.
El Mariscal
Miguel de Castellanos fue Tesorero de la R. Hacienda del Río de la Hacha en
tiempos de Carlos I, donde descubrió los hostiales de perlas y a la que fue
como conquistador a su costa donde gastó 3.000 ducados que aún no se le han
pagado; en 1551 se enfrentaron 100 españoles al mando del Mariscal Castellanos
con 800 ingleses a los que vencieron y quitaron las perlas que habían
arrebatado de la ranchería, saliendo de allí herido con dos balazos, uno que le
rompió la muñeca derecha y otro un muslo que lo dejó cojo; fue a sofocar el
levantamiento de los negros de esas provincias a su costa; a su costa defendió
varias veces las playas con gente pagada por él, artillería y armería suyas,
municiones y 6 piezas de artillería de bronce; durante 6 meses al mando de 260
hombres pacificó a los indios de esas regiones que se habían rebelado, luego de
lo que hizo regresar con seguridad 20 canoas de la pesquería de perlas que se
habían retirado por el alzamiento y que mientras duró tal alzamiento enviaba
cada ocho días 20 acémilas con mantenimientos habiendo gastado más de 200.000
ps. con lo que se garantizó que la gente no se vaya, razón por la que murió
pobre solo con el título de Mariscal.
Fco.
de Castellanos luego de algunos años de servicio fue proveído como Tesorero de
la R. Hacienda de Río de la Hacha, descubrió los hostiales de perlas de Tierra
Firme, estuvo en la conquista de los guajiros en cuya región pobló algunas
ciudades, las que gobernó. El padre de Francisco, Miguel de Castellanos sirvió
al Rey en 1515 en alguna batalla librada ese año y en las guerras de Italia,
Frisia –o Fissia- y Gueldres –o Greldes-; peleó allí como Mte. de Campo
General, llevó una embajada al Papa de 100 alemanes enviados por el Emperador
Maximiliano que fueron apresados en el reencuentro del Castillo de Beribia,
habiendo sido recomendada su actuación por el Emperador; finalmente pasó a
Indias, donde fue Contador de la isla de S. Juan de Puerto Rico[64].
Toda
esta parentela por el lado materno de Castellanos es desarrollada por Juan Flórez de
Ocáriz en Genealogías del Nuevo Reino de Granada, Inst. Caro y Cuervo – Inst.
Colombiano de Cultura Hispánica, Bogotá, 1990. Además, otros ascendientes parientes por el lado de Castellanos se puede
encontrar en Antonio Herrera-Vaillant, Diccionario
Biográfico-Genealógico de Gobernantes y Obispos de Venezuela Colonial, en
imprenta, 2011.
Los
Sarmiento de Villandrando-Castellanos fueron padres de un solo hijo que fue D.
Felipe según la merced dada en 1596 que se verá en la biografía de D. Felipe.
Eso sí, nuestro biografiado D. Juan Sarmiento de Villandrando y Manrique tuvo
algunos hijos naturales según esa misma merced los que debían ser alimentados
por Da. Marcela Manrique[65].
El legítimo fue:
a) D. FELIPE SARMIENTO DE
VILLANDRANDO (Ver No. 6)
Los
hijos naturales serían los siguientes:
b) FRANCISCO SARMIENTO DE VILLANDRANDO, nació en
La Asunción hacia 1587. Obtuvo pase a Indias el 10 Junio 1602, con su tía
paterna doña Aldonza Manrique, de "hasta 15 años, pequeño de cuerpo,
moreno de rostro, una herida en la cabeza de descalabradura".
6. D. FELIPE SARMIENTO DE
VILLANDRANDO (O
DE SARMIENTO DE VILLANDRANDO O DE SARMIENTO DE VILLANDRANDO Y CASTELLANOS), n.
por 1586 en La Asunción, isla Margarita, entonces en la Audiencia de la Isla
Española –o Sto. Domingo- y hoy en Venezuela.
En
1606-04-21 obtuvo pasaporte para pasar de España a la Nueva Andalucía –en
Venezuela actualmente- como criado al servicio del Gobernador de esa provincia
Cap. Pedro Suárez Coronel; se declaró que era natural de Isla Margarita
(Indias), hijo de Juan Sarmiento Villandrando y de Juana de Castellanos[67].
Quizás lo hizo para poder reclamar que una merced otorgada a su madre y abuela
se haga realidad.
Después
pasó al Perú algunas veces como se narrará. Regresó otra vez al viejo
continente y de allá obtuvo pasaporte para retornar a Indias otra vez en
1613-06-22 [68].
Vino en esta ocasión con Juan Sarmiento de Villadrando, su hermano –que debe
ser paterno-, Domingo de Lizardo, criado, natural y vecino de San Sebastián,
hijo de Juan Pérez de Lizardo y Mariana de Ichazos, Antón García Sidón, criado
natural de Medina Sidonia, hijo de Benito Sánchez Benítez y María de Huelva[69].
En
junio de 1596 se les hizo merced por Felipe II a Da. Marcela Manrique y Da.
Joana de Castellanos, viudas, de 1000 ducados de renta a la primera con cargo
de alimentar a sus nietos, hijos naturales de su difunto hijo D. Juan, esposo
que fue de Da. Juana de Castellanos, y a la segunda de 1500 ducados con carga
de alimentar a su hijo legítimo D. Felipe.
Esas
mercedes se ordenó imponer sobre cualquier encomienda vacante y se dispuso que
luego suceda en ellas D. Felipe, hijo legítimo de D. Juan Sarmiento de
Villandrando y Da. Juana Castellanos; sin embargo, jamás se pudieron
efectivizar dichas rentas a favor de esas señoras[70].
Hubo incluso un intento por imponerse en una encomienda en la provincia de
Venezuela pero no fructificó[71].
Así, “por Cédulas de 3-V-1604 y 12-XII-1608 el Rey Felipe III
ordenó que se cumpliese en cabeza de don Felipe Sarmiento de Villandrando la
merced de dos mil quinientos ducados de renta que hizo Felipe II por Real
Cédula de 13-VI-1596, los mil quinientos a doña Juana de Castellanos su madre
por su vida y los mil restantes a doña Marcela Manrique su abuela también por
su vida y que dicha renta se le situase en el repartimiento que vacó por muerte
de don Diego Pantoja de Chaves, en caso de que éste no hubiese sido proveído,
y, de lo contrario, en cualquier otro repartimiento de indios vacos.
Posteriormente,
Felipe III, por Cédula expedida el 15-III-1613, dispuso que hasta que se
cumpliese la merced consignada anteriormente de 2500 pesos se situase a don
Felipe Sarmiento de Villandrando mil ducados de renta en el repartimiento de Caxatambo
que vacó por muerte de Juan Fernández de Heredia. La merced de los dos mil
quinientos ducados de renta le fue confirmada en 1663 por el Virrey del Perú
Conde de Santisteban” [72].
En
marzo de 1613 en la cédula que le extendió a D. Felipe el Rey Felipe III, antes
de que parta D. Felipe al Perú, se dice que Sarmiento hizo varias diligencias para
conseguir se cumplan las cédulas anteriores, ya sea a través de sus apoderados
o por el mismo D. Felipe, el cual antes de 1613 había residido durante tres
años en Los Reyes, ciudad a la que había viajado por 4 ocasiones por esos
trámites sin obtener resultado alguno, hasta que por la indicada cédula real
dada en esta última fecha se ordenó se le concedan esas mercedes ya sea a cargo
de la Caja de Los Reyes o de la de Potosí, disponiendo que en el interin que de los 2500 ps. ducados que fueron renta
de su abuela paterna y madre en encomiendas vacas, 1000 ps. le sean pagados de
la encomienda vacante situada en la provincia de Cajatambo en el corregimiento
de Lima dentro de la Audiencia de Los Reyes –actualmente Cajatambo es una
provincia del departamento de Lima- por muerte de Juan Fdez. de Heredia,
previendo que si ese repartimiento no estaba en capacidad de satisfacer los
1000 se completaran con otros. En marzo de 1614 el Virrey Marqués de
Montesclaros le otorga la posesión de esa encomienda por dos vidas, aclarándose
que además de ese repartimiento se obtienen otros 700 ps. ensayados libres
destinados al pago de los alquileres de las casas de posada de los miembros del
Consejo de Indias, acto del que se otorgó una certificación en 1649 en Lima[73].
En
Perú litigó para obtener las encomiendas de Callanca y Moncefu desde 1635 con
Juan de Valencia y del Infante y sus hermanos, vecinos de Lima, herederos de
Leandro de Valencia, sobre confirmación de la encomienda de Callanca y Moncefu
–en el norte peruano-, el que concluyó en 1657[74].
Posteriormente,
en 1662, D. Felipe pidió en Quito que en cabeza de su hijo D. Juan se otorgue a
su vástago los repartimientos de indios vacos de los pueblos de los Azogues en
el distrito de la Caja Real de Cuenca y otros existentes, como los de Da.
Margarita de las Casas, en la Audiencia de Quito, en cumplimiento de la cédula
de 1613, o bien que se le de la encomienda que fue del difunto Alonso de Ortega
–realmente se apellida de Troya-, aclarándose que la imposición debe ser de
1600 ducados que restan situar puesto que el repartimiento del pueblo de
Cajatambo le redituaba no 1000 sino 900. En la solicitud hecha por D. Felipe se
expresa que las encomiendas de los Azogues fueron de tres: D. Rodrigo Núñez de
Bonilla al que le rentaban 2288 ps., D. Gómez Patiño al que le rentaban 1037
ps. y de Jirón al que le rentaban 1143 ps. sin sacar los tercios para el Rey,
los que están vacos y no son de la Corona como han pretendido los ex
Corregidores de Cuenca D. Luis de Torres Altamirano y D. Joseph Márquez de
Mansilla, razón que se aduce para no darle la encomienda que fue del difunto
Alonso de Troya –o Troya Pinque- al que se le otorgó en 1641 con renta de 1200
ps. sin sacar los tercios. La solicitud hecha para que se le den los 1600
ducados restantes en cualquiera de las encomiendas vacas que ha nombrado, la
refuerza alegando que a Troya se le otorgó su repartimiento[75]
–que fue el de Zámbiza[76]-
en las mismas condiciones que se han dado algunas de Jaén sujetas a la Caja
Real de Loja a otros beneficiarios.
Se le
situaron en Lima en julio de 1662 a su hijo D. Juan Sarmiento de Villandrando y
Quiñones por dos vidas las que fueron de D. Rodrigo Núñez de Bonilla y Da.
Margarita de las Casas con cargo a pagar 300 ps. a Da. Beatriz de Garay viuda
de D. Pablo de Montemayor mientras ella viva y luego todo para D. Juan, y
también la de Da. Ma. de Prado y Mancilla en Cuenca la que empezará a gozar al
año que vacare la de la señora Prado que aún vive; todo con cargo de pagar los
tercios al Rey y de confirmar su posesión en 6 años. Sin embargo, al salir
incierta esta concesión del p. de los Azogues, D. Felipe nuevamente hizo otra
petición para obtener que estos 1600 ducados se hagan efectivos.
En ella pide
por su hijo D. Juan que se le conceda las que fueron del Cap. D. Pedro de
Mendoza otorgada por el Virrey Conde de Alba la que Mendoza dejó por incierta,
la que fue del Gob. D. Fco. Enríquez de Sangüesa que murió, y la de Da. Inés de
Aguilera y Córdoba por cuya muerte vacó la de Yaruquíes en Riobamba que
reportan hasta 1000 ps. y también el p. de Ámbar en Cajatambo que fue del
difunto Cap. García de Tamayo y Mendoza; expresa D. Felipe que está casado
con mujer principal, que tiene muchos hijos –seguramente se incluye en esa
categoría a sus hijastros- e hijas a quienes debe dar estado y que hasta ahora
no se puede concretar la merced de los 1600 ducados restantes desde que les
fueron otorgadas a su madre y abuela; que se le releve de pagar los 300 ps. a
Da. Beatriz de Garay ya que sobre estas que pide hay carga de pagar a Liñán de
Vera 312 ps. 4 reales.
Se le sitúan
entonces esos ducados en septiembre de 1662 en Lima por el Virrey Conde de
Santisteban a su hijo D. Juan por dos vidas en los pueblos de Alangasí,
Cumbayá, La Cantera, Conocoto y parroquia de S. Roque en Quito que vacaron por
muerte de Da. Margarita de las Casas, en el de Pomasque que fue de D. Fco.
Suárez de Figueroa, en de la provincia de los Yumbos que fue de Joana Muñoz
Ricosaltos, en los de Llolluto, S. Antonio y San Golquí que fueron de D.
Rodrigo de Taboada, que son todos los que hizo dejación el Cap. D. Pedro de
Mendoza; en los de Amaguaña, Gualea –o Gulea-, indios mitimas y centenos de
Chillogallo, p. de Perucho, parcialidades de los indios guangras en el p. de
los Azogues en Cuenca, los indios
peruaches –o perugaches- en Otavalo y lo demás que vacó por muerte de D. Fco.
Enríquez de Sangüeza; en los pueblos del Quinche y Tumbaco que fueron del
difunto D. Gabriel de Avendaño, en los de Yllupe –o Yllupis-y Cotocolla –o
Cotocollao- que fueron del difunto Garci Duque de Estrada, en los de Yambe,
Mindo y el Quinche que fueron de Fco. de Olmos, y otros agregados; y en los de
Yaruquis en Riobamba que quedaron por muerte de Da. Inés de Aguilera y Córdoba;
y también el p. de Ámbar en la provincia de Cajatambo en Lima que fue del
difunto Cap. García de Tamayo y Mendoza, para agregársele al que ya tiene en
esa zona.
Luego D.
Felipe en octubre de ese mismo año en Lima hace un nuevo pedido porque dice que
resultó incierto el otorgamiento de la encomienda de los Yaruquies en Riobamba
puesto que reclamó esa encomienda D. Pedro de Ribera y Córdoba, hijo de D.
Jorge de Rivera, el que sucedió en segunda vida a su vez a su madre Da. Inés de
Aguilera y Córdoba, viuda que fue de Alonso de Ribera, Pdte. de la Aud. de
Chile, y con el fin de que se otorgue las demás encomiendas a su hijo D. Juan y
no pase el año de vacancia sin tomar posesión, lo que se concede. D. Felipe,
Gobernador de Jaén de Bracamoros, paga en nombre de su hijo D. Juan, en enero
de 1663 en Lima la media anata y demás derechos para poder posesionarse de las
encomiendas, excepto Yaruquíes. Fue fiador de D. Felipe el Contador D. Jerónimo
Ordóñez de Pineda.
Al dársele
la posesión[77] en
marzo de 1663 en Lima por el Virrey Conde de Santisteban se le obliga a pagar a
favor de Liñán de Vera sobre lo que le produzca el p. de Gualea 312 ps. 4
reales; también se obliga a D. Juan a avecindarse en Quito donde deberá tener
casa con armas y caballo, aclarándose que mientras sea menor de edad su padre
D. Felipe deberá apoderar a alguna persona en Quito para que lo represente. Así
mismo se dispone que debe traer confirmación real en el tiempo de 6 años a
contarse desde el primer día en que parta la Armada desde el puerto del Callao
en dirección a Tierra Firme.
En la
confirmación dada en Madrid en enero de 1665 [78]
se menciona por la Reina Gobernadora que Felipe III [79]
por cédulas de mayo de 1604 y de dic. de 1608 dispuso a los Virreyes del Perú
que otorguen los señalados 2500 ducados de renta en cabeza de D. Felipe sobre
un repartimiento vacante de D. Diego Pantoja de Chávez y si ya estuviere
proveído, entonces sobre algún otro repartimiento vacante[80].
Seguramente fue entonces que D. Felipe viajó desde Margarita durante cuatro
oportunidades a Lima y estableció su residencia por 3 años en la capital
virreinal para tramitar la concreción de esas rentas, hasta que cansado de la
inutilidad de su presencia allí se movilizará a España donde al fin obtuvo la
cédula indicada de 1613.
D. Felipe
luego de haber sido residente algunos años de Lima al fin se convirtió en
vecino de ella desde que se le encomendó el repartimiento de Cajatambo en 1614.
Allí vivirá unos 40 años, se casaría una primera vez, hasta que a raíz de su segundo
casamiento cambiaría su domicilio a Jaén de Bracamoros[81],
el lugar natal de su segunda esposa. Más tarde fue nombrado Gobernador y
Justicia Mayor de Jaén de Bracamoros, cargo que lo desempeñará entre 1661 y
1665; allí se encuentra en feb. de 1669 cuando el Gobernador D. Luis Benegas
Fdez. de Córdoba anuncia ante el Ebno. de S. M., Cabildo y Público Alf. Manuel
de Arroyo que tomará residencia al cesante Gobernador Lic. D. Joan Vásquez de
Velasco, y también al antecesor de Vásquez de Velasco que fue D. Felipe; los
dos habían sido designados por el Virrey Conde de Santisteban y D. Felipe fue
nombrado en sustitución de D. Ángel de Peredo –trasladado a gobernar Chile-[82].
D. Felipe murió en Jaén de Bracamoros, ya era fallecido antes de 1674[83]
y así mismo constaba en enero de 1675, al parecer su deceso había ocurrido
hacia 1672.
Casó por
primera vez en Los Reyes, al poco tiempo de llegado, en 1614-10-19 con la riquísima
limeña Da. Leonarda de Lorca[84],
hermana del violento Regidor Perpetuo de
Lima Julián de Lorca, hijos del conquense Baltasar de Lorca y Moya, rico
comerciante y banquero, uno de los fundadores del Tribunal del Consulado, quien
quebró y consigo se llevó muchas fortunas, además, uno de los principales financistas
de la publicación de la obra La Ovandina donde se intentó mejorar el entuerto
genealógico de su yerno Sarmiento de Villandrando, y de los mismos Lorca
acusados de judeoconversos, aunque en la misma veladamente se criticaba a los
Lorca por el desprestigio de sus oficios y temperamento, y de la limeña
Jerónima de Solís Botello. El matrimonio finalizó en divorcio[85].
Ella testó
en 1652-02-16 en Lima, declaró su filiación, sobre su divorcio, que fue dotada
con 50.530 pesos, entre cuyos bienes se incluyó una casa en la esquina de la
plaza mayor de Lima hacia la Iglesia Mayor Catedral, que hay un juicio de
acreedores contra Sarmiento de quien siempre se refiere como su marido a pesar
de encontrarse disuelto el matrimonio; que las arras ascendieron a 6000 ps.,
declaró que tenían una sola hija, a la que nombra su heredera y una de sus
albaceas. C.d. [86]
Casó por
segunda ocasión poco después de febrero de 1654 en la quiteña Jaén de
Bracamoros con Da. Luciana de Quiñones y Guzmán, n. por 1616 en Chachapoyas[87]
o en Jaén de Bracamoros[88],
la que casó de 38 años aproximadamente por segunda vez con Sarmiento, pues su
primer marido había sido D. Diego Tamayo del Castillo[89]
y Rengifo[90],
n. por 1610 en Cali, Gobernación de Popayán, Audiencia de Quito, el que parece
que muy probablemente debe ser nieto de (D.) Luis del Castillo Rengifo, n. por
1565 en Cali, Procurador General de esa ciudad en 1602 y Alcalde Ordinario en
1613, y de Da. Inés Tamayo, n. por 1570 allí mismo[91].
El Mte. de Campo D. Felipe Sarmiento y
Villandrando era bastante mayor a ella con 31 años aproximadamente. C.d. Fue su
hija de primer matrimonio:
a)
Da. Juana Josefa (o simplemente llamada Juana) Sarmiento de Lorca, n. por
1620 en Lima. Su madre al testar la definió como mayor de 25 años,
muy capaz y de buena disposición, y a la designó como patrona de una capellanía
de 4000 pesos que fundó sobre su casa. Soltera[92]. Madre
de:
a.1) Da. Agustina Sarmiento de Lorca, en 1668 se
tramitan en 4 folios unos autos por Diego Muñoz, tutor de Da. Agustina, hija y
heredera de su madre Da. Juana, para redimir 265 ps. que impuso Da. Juana sobre
su casa situada en la esquina de la Catedral de Lima, a favor de la capellanía
de Ma. Cajachumbi, india natural de S. Lorenzo de Quinti, y de la que era
capellán el Lic. D. Juan de Barreda Zevallos, cura vicario de S. Lorenzo de
Quinti[93].
Da. Juana Josefa Sarmiento de
Lorca tuvo por homónima a: Da. Juana
María (o simplemente llamada Juana) Sarmiento y Lorca, fue criada como niña
española expósita a las puertas de Da. Leonarda de Lorca desde hace 5 o 6 años
según declaró al testar Da. Leonarda en 1652 la que le deja 500 ps. para ser
administrados por Da. Juana Josefa a la que condiciona que no se los entregue
si se aparta de Da. Juana Josefa o si se casa contra la voluntad de Da. Juana
Josefa; en caso de morir Juana María esos 500 ps. debían ser para otra niña
española llamada Catalina Jiménez[94]. En Lima
en 1676-04-27, se declaró viuda de Juan Pablo, hijo y heredero de Juan Pablo
Corso, y dio poder al Tesorero Luis López de Echaburu, Depositario General de
la Corte de Lima, para intervenir en el remate de bienes y casa de su suegro,
en cuyos bienes están 577 ps. de 1800 ps. de su dote que llevó cuando casó, y
que esa cantidad se cobre y pague por arriendos no cancelados a Juan de Medina
Dávila, dueño de la casa en que vive Da. Juana y lo que debe a Melchora[95].
Tiene como
hijos conocidos dentro de su segundo matrimonio, seguramente fuera de una o dos
mujeres más, a –Sarmiento de Villandrando y Quiñones-:
b)
Cap. D. Juan Sarmiento de Villandrando (Ver No. 7)
c)
Da. Teresa Sarmiento de Villandrando, n. por 1657 en Jaén de Bracamoros,
Audiencia de Quito. Cc. el Cap. D. Antonio Pérez de Álvarez –o Pérez
de Álbarez o de Álvarez o Pérez-, n. de Sevilla, Andalucía, hijo de D. Luis
Álvaro Pérez de Álvarez y de Da. Ana Venegas de Córdova –o Fdez. de Córdova-,
vs. de Sevilla en la collación de S. Vicente[96]
y nieto paterno de Antonio Pérez de Álvarez y Da. Mencia del Carpio Cabeza de
Vaca[97].
Fueron vecinos de Jaén de Bracamoros, Loja y Quito.
Su marido en nov. de 1673 se
desempeña como Justicia Mayor de Jaén de Bracamoros[98].
Su cónyuge en sept. de 1678 es tgo. en Loja[99],
aquel asoma en oct. de 1678 en Loja como perito avaluador de la dote de Da.
María de Valdivieso Estrada y Muñoz de Urdiales[100].
Asoma ya como Tesorero de la Caja Real de Loja en dic. de 1683 en que junto con
Da. Teresa otorgan fianza. Unos meses antes, en agosto de ese año el Tesorero
Pérez de Álvarez junto con el Alf. Lázaro de Frías Pimentel se obligaron a
pagar 1620 ps. al Cap. Juan de Quebas, v. de Loja, aunque la escritura no
surtió efecto[101]. En
abril de 1685 el Tesorero Pérez de Álvarez junto con el Corregidor Bardají y el
Cap. Blas Ortiz de Segura, Alc. Ord., dan poder al Sgto. Mayor Miguel Ibáñez de
Aspuru, de viaje a Panamá y Portovelo, para comprar y obligarse por la compra
de mercaderías.
En agosto de ese año da poder
Pérez de Álvarez a D. Tomás de León Maldonado y a su hermano D. Luis Pérez de
Álvarez, vs. de Sevilla, para cobrar de los administradores de las Rentas
Reales de las Salinas de Andalucía tierra adentro que le pertenecen de un juro
que le toca en virtud de recaudos presentados en la Contaduría de las Salinas
que le reportan 100.000 maravedíes anuales a partirse por mitades con S.M., las
que al parecer son administradas por Fco. de Sifuentes; también para cobrar 3
pares de casas suyas que heredó de su madre por testamento de ella dictado ante
Joseph López Castellar, Ebno. Púb. de Sevilla en junio de 1662; las casas están
en la collación de S. Vicente frente a Sta. Ma. la Real y en una de ellas quedó
viviendo Da. Joana Ma. Virriel, pidiéndoles que no la despojen si ella no
quiere irse, pero que cuando se haya ido entonces la arrienden; también para
recibir la herencia en bienes de su abuelo Antonio Pérez de Álvarez, Dep. Gral.
que fue de Sevilla, los que tiene N. Quirós, Ebno. de Cámara, a los que tiene
mayor derecho por haber sido mejorado por su indicado abuelo como apoderado de
su esposa Da. Mencia del Carpio Cabeza de Vaca, abuela de D. Antonio, para que
pudiese vincular en cabeza de su nieto D. Antonio 18.000 ducados: 10.000 en un
juro a 16 cuartos en el almorifazgo mayor de Indias en cabeza de D. Pedro
Villagómez, Canónigo de Sevilla, y los 8.000 restantes que no fueron señalados
por haberse iniciado el concurso de acreedores[102].
En 1688 continúa como Tesorero Juez Oficial Real de la Caja de Loja. En julio
de ese año aparece como tgo.[103]
En julio de 1691 D. Juan Sarmiento
de Villandrando declara que fue fiador de su cuñado D. Antonio Pérez de Álvarez
por el oficio de Tesorero de la Caja de Loja que se remató en D. Antonio[104].
En
ag. de 1691 continúa como Tesorero; el Cap. D. Cristóbal de Angulo Montesinos
es Contador[105]. En nov.
de ese año aparece el Tesorero Pérez de Álvarez como tgo.[106].
Su cónyuge en abril de 1694 aparece como Tesorero y tgo.[107],
en dic. de 1696 actúa como tgo.[108]
y en sept. de 1697 también[109].
D. Antonio Pérez de Álvarez,
Tesorero Juez Oficial de la Real Caja de Loja otorga testamento en Loja en
1698-11-01, declara su ciudad de nacimiento y su filiación, pide ser s. en la Ig. Matriz de Loja, declara
que su esposa fue dotada con 4.000 ps. aproximadamente en Quito ante el Ebno.
Miguel de Ortega por su hermano el Comisario D. Juan Sarmiento de Villandrando.
Declara por hija natural a Da. Ana Fca. Pérez de Álvarez a quien ha criado en
su casa y a la que pide se le de algo si queda que repartir. Que no tiene
bienes y que la dote sirvió para comprar el oficio de Tesorero en 7500 ps.
aunque terminó pagando más de 8000 ps. con la media anata y confirmación y que
su sustento lo ha basado solo con su salario en 16 años que ha desempeñado tal
cargo, es decir, desde 1682 o 1683 aprox. Nombra albaceas a su esposa y a su
cuñado Cap. D. Felipe Tamayo del Castillo y nombra herederos a sus hijos
legítimos. Que en Sevilla tiene por bienes un juro de 100.000 maravedíes de
renta anual en las salinas de Andalucía en cabeza de Fco. de Cifuentes[110].
En abril de 1699 el Tesorero Pérez
de Álvarez otorga fianza a favor del Cap. D. Antonio Ramírez de Arellano,
deudor del Mte. de Campo Pedro de Balcarce Villafuerte[111].
En sept. de ese año sigue como Tesorero Oficial Real de Hacienda de Loja en
tanto que Angulo Montesinos sigue como Contador[112].
En 1700 sigue como Juez Of. de la Caja Real de Loja[113].
M. a las 2PM aprox. del día 28 de junio de 1701 en Loja según da fe el
Corregidor Pérez de Tagle, hecho del que es tgo. su esposa Da. Teresa, la que
declara que no sabe escribir y la que declara en ese día en el inventario de
los bienes de su casa[114].
En junio de 1702 en Loja se
declara que Da. Teresa Sarmiento de Villandrando, viuda, se encuentra en Quito,
y su apoderado y hermano materno el Cap. D. Felipe Tamayo del Castillo vende
una casa de teja de ella a Da. Petronila Abad de Quiroga en 750 ps.: 120 a
censo a S. Ag., 165 a favor del Hospital, 260 a favor de D. Felipe Tamayo del
Castillo por los que debe pagar 13 ps. anuales, y 205 al contado; linda ese
bien por un lado con los herederos de Joseph de Ocampo Lisón, por otro con el
Hosp. Real, por atrás con la huerta y casa del Cap. Pedro Grande Corso y por el
frente con el solar de Pedro Gauna y calle en medio; se declara que en enero de
1697 se remató esa casa que era de la difunta Da. Polonia de Torres a favor de
Da. Teresa, de la que se le dio posesión en
mayo de 1698 a la vendedora -esa casa quedaba en la vereda sur de la
actual calle Rocafuerte entre la Bolívar y Sucre-. En enero de 1703 se declara
que ya se encuentra fallecido D. Antonio[115].
En dic. de 1731 en Cuenca se declara que D. Pedro Muñoz Chamorro fue fiador del
difunto Tesorero Pérez en el monto de 300 ps.[116].
Padres de:
c.1) D. Antonio Pérez de Álvarez, n. por
1675. En nov. de 1706 en Loja declara tener 30 años aprox. y que fue
comisionado del Mto. D. Pedro Sánchez de Orellana, para realizar una cobranza al difunto Fco.
Paravicino[117].
N.c.s.d.
c.2) D. Joseph Pérez de Álvarez, quien en
nov. de 1698 se encuentra como estudiante en Quito según declara su padre al
testar[118].
N.c.s.d.
7. Capitán de
Milicias D. JUAN (o JOAN) SARMIENTO DE VILLANDRANDO (o SARMIENTO Y VILLANDRANDO
o BILLANDRANDO o
SARMIENTO DE VILLANDRANDO Y QUIÑONES), n. por
1655 en Jaén de Bracamoros, Audiencia de Quito. Menor de edad en enero de 1663
cuando su padre obtiene para él que se le encomienden los 1600 ducados
relatados antes. En la concesión se establece la obligación
de D. Juan de avecindarse en Quito donde deberá tener casa con armas y caballo,
aclarándose que mientras sea menor de edad su padre D. Felipe deberá apoderar a
alguna persona en Quito para que lo represente[119].
En
nov. de 1675 en Loja el Cap. D. Gregorio Tamayo del Castillo, v. de Jaén de
Bracamoros, da poder a D. Joseph de Barrionuevo y Albia, Caballero de Santiago,
vecino y Reg. Perpetuo de Quito, y a su hermano materno D. Juan Sarmiento, v.
de Jaén de Bracamoros y r. en Quito[120].
Vecino feudatario de Quito, ciudad
en que pidió a la Audiencia en diciembre de 1679 que se de certificación de las
mercedes concedidas a sus antepasados, las cuales se puede ver en la biografía
de su padre, así como de una información de sus servicios realizada en enero de
1675 [121]
en Quito, con el fin de obtener alguna merced porque los frutos que le produce
su encomienda son muy cortos, lo que se le concedió[122] en enero
de 1680 por el Pdte. de la Audiencia D. Lope Antonio de Munibe quien informa al
Rey sobre los servicios prestados por los antepasados del Cap. de Milicias D.
Juan, v. feudatario de Quito, recomendando que se le otorgue algún puesto[123].
En la inf. que hizo en 1675 el
tgo. D.
Joseph de Barnuevo y Albia, v. de Quito, declara ser su deudo[124],
que fue su representante en Quito por poder dado por su padre D. Felipe y que
en cumplimiento de aquel tomó posesión de las encomiendas dadas en 1663 a D.
Juan; y que D. Juan por disposición de D. Felipe fue enviado a estudiar a
Quito, ciudad a la que fue a vivir solo. Otro tgo. D. Antonio Ortiz de Vargas,
v. de Cuenca, dice que primero fue apoderado de D. Felipe y al morir aquel de
D. Juan, v. de Jaén, para cobrar los tributos de la parcialidad de los indios
Guangras en Cuenca; que D. Juan le envió poder con otro vecino de Jaén D. Juan
del Castillo Velasco, el que declaró en Cuenca en un pleito que Ortiz de Vargas
puso a la Caja Real para que pague las rentas de la encomienda a D. Juan, que
fue compañero de escuela en Jaén de D. Juan Sarmiento de Villandrando cuando aprendían a leer y escribir;
así mismo, Ortiz de Vargas declara que mientras el litigio se desarrollaba
Sarmiento llegó a su casa en Cuenca, habiendo ganado el juicio a la Real
Hacienda D. Juan cuando Ortiz de Vargas tuvo que ausentarse de esa ciudad, pues
supo que Sarmiento cobró 400 ps.[125].
En 1674 se lo encuentra actuando
como encomendero de los indios Guangras de Azogues y en 1680 de los perugaches
de Otavalo[126]. En nov.
de 1675 en Loja su hermano materno el Cap. D. Gregorio Tamayo del Castillo, v.
de Jaén de Bracamoros, declara que D. Juan Sarmiento es aún vecino de Jaén de
Bracamoros y que se encuentra como residente en Quito[127].
Luego de 1680 y a raíz de la mentada información obtendrá el cargo de Comisario
General de la Caballería de Quito[128]. En dic.
de 1685 en Loja el Cap. Blas Ortiz de Segura declara que su cuñada Da. Luisa
Flores de Estrada, v. de Quito, tiene librados 2000 ps. en el Cap. D. Juan Sarmiento de Villandrando, v. de
Quito, para cobrarle a Ortiz[129].
T. en 1691-07-22, declara ser v.
feudatario de Quito, estar enfermo en cama, pide ser s. en S. Fco., declara que
tiene por hijos a D. Felipe, D. Alonso, D. Juan, D. Fco., Da. María y Da.
Josefa y que su esposa está preñada. Declara que fue encomendero de Caxatambo y
Ambar en la jurisdicción de Lima y de varios pueblos de la jurisdicción de Quito;
expresa que el de Cajatambo lo tiene por segunda vida mientras que los de
Ambar, los pueblos situados a las cinco leguas de Quito, en el asiento de
Otavalo y en Azogues son en primera vida y que en estos de primera debe
sucederle su hijo mayor D. Felipe; que le deben 4 años de renta del
repartimiento de Cajatambo, que su apoderado en Lima para cobrar es D. Juan de
Aguayo y que de esa renta la mitad pertenece a las fuerzas marítimas según
orden real. Expresa que Eugenio de Sotomayor, teniente de cobrador de tributos
en el partido de Uransayas, el Corregidor Gral. D. Manuel de la Torre y Pedro
de Sotomayor, teniente de cobrador de tributos en el partido de Anansayas, le
deben. Que su casa tiene un censo de 10.000 ps. a favor de los ramos de propios
de Quito.
Que es dueño de la hac. de
Guachapala y su obraje cargados con 5000 ps. a censo que compró al Cap. D.
Antonio de Ormaza Ponce de León y a su esposa Da. Ma. de Villacís a los que
debe 400 ps. Que tiene una casa de teja, huerta, tierras, acequia de agua y ganado
en el p. de Pomasque con 400 ps. a censo. Que fue dueño de tierras en Pomasque
que al momento son del Mto. Juan Molinero. Que tiene 6 esclavos. Que debe 1210
ps. a su tío político Mto. D. Joseph de la Chica Narváez, Col. de Rtas.
Decimales. Debe 1100 ps. al mercader Cap. Jerónimo de Arteaga. Que el difunto
Obpo. Dr. D. Alonso de la Peña Montenegro dejó 1000 ps. para remedio de su hija
Da. Josefa. Que su suegro D. Alonso Sánchez Maldonado, Ebno. de Cámara y Gob.
de la Audiencia, cedió 500 ps. como patrón de una Obra Pía del Canónigo García
de Valencia León para remedio de su hija Da. María. Debe 300 ps. por fianza
otorgada a favor de su hermano materno D. Diego Tamayo del Castillo ante la
Caja Real. Fue fiador de su cuñado D. Antonio Pérez de Álvarez por el oficio de
Tesorero de la Caja de Loja que se remató en su hermano político. Que tiene una
pulpería en el p. de Pomasque a cargo de Tomás Fdez, la cual se encuentra
totalmente provista. Que es arrendatario del bienio de diezmos de Pomasque.
Nombra albaceas a su esposa, a su suegro y a su cuñado Cap. D. Nicolás Fernando
de la Carrera.
En sept., oct. y nov. de 1691
consta aproximadamente en la mitad de la línea de sucesión cuando D. José
Antonio de la Carrera renunció el oficio de Alf. Real de Quito[130].
En marzo de 1696 en Loja Cristóbal de Torres da poder al Comisario D. Joan
Billandrando, v. feudatario de Quito; fue tgo. de ese acto su hermano materno
el Cap. D. Felipe Tamayo del Castillo, Fiel Ejecutor y Alg. Mayor del Trib. de
la Inquisición en Loja[131].
En
dic. de 1700 remató el oficio de Regidor de Quito en 1500 ps.[132].
Fue
uno de los dos más importantes encomenderos que residían en Quito[133]
en el último cuarto del siglo XVII, Sarmiento de Villandrando disfrutaba de
2.200 tributarios, mientras que el otro que era D. Antonio López de Galarza
tenía 1.450 encomendados[134].
En enero de 1701 aparece como
Comisario General de la Caballería y Reg. Perp. de Quito y junto con al Alf.
Fco. Antonio de Aldaz que asoma como su fiador, se comprometen a pagar 1958 ps.
3 r. por el bienio de 1701-1702 por diezmos de españoles e indios del p. de
Pomasque a favor de las mesas Episcopal y Capitular y de la casa excusada de la
Catedral. En marzo aparece también como v. feudatario, declara que se remataron
a su favor las tierras de Pelucho en el p. de Cotocollao las que cede en esa
fecha a Da. Tomasa de Loyola, esposa del Cap. D. Martín de Roa Albarracín –o
Albarracín-, vs. de Quito.
En julio junto con su esposa Da.
Bernardina venden al Canónigo Dr. D. Lázaro Ruiz de Cabrera dos huertas de
árboles frutales en el p. de Pomasque, una grande y una pequeña. La grande que
le dio a su esposa D. Alonso Sánchez Maldonado, Ebno. de Cámara y Gob., en dote
por donación que le hizo a Da. Bernardina la señora Da. Magdalena Eugenia de La
Raspuru y Vera, viuda del Gral. D. Fco. de Villagómez, Cab. de Santiago, en
abril de 1677 ante el Ebno. de S.M. y Receptor de la Aud. Miguel de Ortega,
tiene acequia de agua y casa de teja con sala y dos aposentos a los lados, en
uno de ellos la recámara y corredor que cae al patio con faldriquera, y al otro
el oratorio y 3 cuartos, también con cocina que da al segundo patio donde
también hay otro cuarto con horno y amasadero cubierto de paja, servida por dos
indios del quinto: 1 de Pomasque y otro de S. Antonio de Lulumbamba; linda con
el río de Pomasque. La pequeña compró a Joseph Gómez de la Pulla y a su esposa
Da. Joana Miño en 1687 ante Joan García Moscoso y linda con el camino real que
va al p. de S. Antonio de Lulumbamba y el río de Pomasque[135]. Fue
propietario rural y obrajero, poseía 6 esclavos en su casa[136].
C. en 1677-06-06 en la ig. de Sta.
Bárbara en Quito c. Da. Bernardina Maldonado –o Sánchez Maldonado y
Bohórquez-, n. por 1657 en Quito[137], hija de
D. Alonso Sánchez Maldonado –o Sánchez Maldonado Valencia León[138]
y Galarza-, Ebno. de Cámara y Gobierno de la Aud. de Quito, y de Da. Isabel
Bohórquez Villamarín –o Bohórquez Villamarín y Meza-. Nieta
paterna de D. Antonio Sánchez Maldonado y bisnieta paterna de García de
Valencia –o de Valencia León- que también fueron Escribanos de Cámara de la
Aud. de Quito, descendientes de conquistadores[139].
Su marido declara en julio de 1691 al testar que fue dotada con 16.000 ps. de a
8 r. ante el Ebno. de S.M. Miguel de Ortega[140].
Fueron sus hijos:
a) Cap. D.
Felipe Sarmiento de Villandrando (o Villandrando), n. por
1678. En marzo de 1705 en Loja su tío el Cap. D. Felipe Tamayo del Castillo da
poder al Cap. D. Felipe Sarmiento de Villandrando, v. feudatario de Quito[141].
Capitán de Milicias y v. de Quito hacia 1714, año en que es encomendero de
Pomasque y S. Marcos[142]. Fue uno
de los 16 grandes propietarios, entre los que se contaba también su hermano D.
Alonso, de estancias y haciendas valoradas en más de 10.000 ps. en Chillogallo
a principios del XVIII [143].
S. en 1722-04-14 en el Carmen Alto. Cc. Da. María Carvajal[144].
N.c.s.d.
b) D.
Alonso Sarmiento de Villandrando, n. por 1679. Capitán de Milicias y
v. de Quito hacia 1714 [145]. Fue uno
de los 16 grandes propietarios, entre los que se contaba también su hermano D.
Felipe, de estancias y haciendas valoradas en más de 10.000 ps. en Chillogallo
a principios del XVIII [146].
N.c.s.d.
c) D. Juan
Sarmiento de Villandrando, n. por 1681. S. en 1705-01-28 en el Carmen
Alto[147].
N.c.s.d.
d)
D. Francisco Sarmiento de Villandrando, n. por 1683. N.c.s.d.
e) Da.
María Sarmiento de Villandrando, n. por 1684. N.c.s.d.
f) Da. Josefa Micaela Rosa
Sarmiento de Villandrando y Maldonado, b. en
1686-06-09 en El Sagrario de Quito. Radicada en Riobamba a raíz de su
matrimonio[148].
Su carta de dote se otorgó en 1701-12-10 en Quito ante Nicolás de Leguía[149]
por su abuelo materno y por su padre con la cantidad de 21.840 ps., de los que
6.000 fueron al contado, se nombraron varios tasadores, uno que fue el Cap.
Domingo Garcés, uno para los objetos de plata labrada que fue el maestro
platero Jacinto del Pino y Olmedo, otro para la ropa de vestir que fue el
maestro sastre Tomás de Mena y otra para la ropa blanca que fue Isidora de
Aibar[150].
C. en
1701-11-25 en Quito c. el Cap. y luego Gral. D. Miguel Ballejo Peñafiel –o
Vallejo Peñafiel y Escobar-, n. por 1655 en Riobamba, Gob. de las Armas,
Familiar y Alg. Mayor del Sto. Of. de la Inq., Regidor, hijo de Pedro Vallejo y
Araujo[151],
b. en 1623 en Riobamba y de Da. María Escobar y López de Saavedra, b. en 1616
en Riobamba. Su sucesión ha figurado siempre en los más altos puestos de la
política ecuatoriana como jefes de estado, miembros de gabinete, legisladores,
magistrados, o bien como cónyuges de aquellos, así como en el campo cultural, etc.
Su
descendencia se diversifica principalmente en Riobamba
y Quito en los Vallejo y Sarmiento de Villandrando[152], Velasco
y Vallejo, Nájera y Velasco, Larrea Nájera, Lizarzaburu Larrea, Borja
Lizarzaburu, Borja León, Borja Moncayo, León Borja, Nájera y Riofrío, Gómez de
la Torre Nájera, Zaldumbide Gómez de la Torre, Chiriboga Nájera, Chiriboga
Jaramillo, Chiriboga Parra (Guayaquil), Nájera Gómez de la Torre, Aguirre
Nájera, Aguirre Barba, León Aguirre, Guzmán León, Freile Gómez de la Torre,
Donoso Nájera, Donoso Chiriboga, Dávalos Nájera, Sáenz Dávalos, Ribadeneira
Sáenz, Nájera Escorza, León y Velasco, Carrión y Velasco, Carrión Quiñones,
Polanco Carrión, Polanco Landázuri, de Guzmán Polanco (entre ellos Manuel, Director de la Academia Nacional de
Historia), Jijón y Caamaño (Jacinto, notable historiador, arqueólogo, político
conservador y Director de la Academia Nacional de Historia), Gangotena Jijón
(varias familias, entre ellos el académico Cristóbal y Lola, esposa de Camilo
Ponce Enríquez), Pallares Zaldumbide (entre ellos Rosario, esposa de Galo Plaza
Lasso), Galup Carrión, Borrero Galup, Moscoso Borrero (Cuenca), Borrero
González (Cuenca, entre ellos el político, magistrado e historiador Manuel
María, Pdte. Constitucional Interino y Pdte. de la Corte Suprema de Justicia),
Borrero Bustamante, Borrero Crespo (Cuenca), Febres Cordero Rivadeneira
(Guayaquil, entre ellos León, Presidente), Pérez Dávalos (entre ellos Judith,
esposa de Aurelio Mosquera Narváez), Pérez Pallares (entre ellos Margarita,
esposa de Oswaldo Hurtado Larrea), Baca Carbo, Velasco y León, Velasco y Unda,
Velasco Salazar, Velasco Encalada, Velasco Chiriboga, Velasco Larrea, Velasco
Lizarzaburu, Velasco Cobo, Lasso Velasco, Lasso Aguirre, Lasso Ascázubi (entre
ellos Avelina, esposa de Leonidas Plaza Gutiérrez), Plaza Lasso (entre ellos Galo,
Presidente), Salvador Lara (entre ellos el historiador y diplomático Jorge),
Chiriboga Granizo, Guarderas Velasco, León Guarderas, Velasco Muñoz, Muñoz
Velasco, Mancheno Velasco, Velasco Moncayo, Villagómez Velasco, Yépez Velasco,
Coronel Velasco, Velasco Álvarez, Velasco López, Velasco Gangotena, Velasco
Jijón, Velasco Orozco, Velasco Velasco, Velasco Chiriboga, Bucheli Velasco,
León y Velasco[153], etc.
También en los Zambrano y Vallejo,
Zambrano y Berroeta (extinta), Zambrano y Monteserrín (entre ellos Manuel y
Estanislao, próceres de la independencia), Zambrano y Mancheno, Orejuela
Zambrano, Orejuela Larrea, Zambrano Orejuela, Orejuela Falconí, Larrea
Zambrano, Larrea Larrea, Larrea García, Muñoz Larrea (entre ellos el académico
Enrique), Egas Larrea, Ibarra Zambrano, Ibarra Miño, Ibarra Soberón, Velasco
Ibarra (entre ellos José María, cinco veces Presidente), Zambrano Pinto,
Castillo Zambrano, Proaño Castillo[154], Castillo
Herrera, Castillo Argüello, Castillo Gómez, Serrano Castillo, Castillo
Argüello, Castillo Salazar, Noboa Castillo, Jurado Noboa (el académico
Fernando), Paz Noboa, Torres Noboa, Barba Noboa, Durán Barba, Castillo Serrano,
Castillo Dávalos, Castillo Tobar[155],
Pérez de Villamar y Vallejo[156],
etc.
g) Da.
Ignacia Villandrando, Condesa consorte de Selva Florida, n. en 1691
luego del testamento paterno otorgado el 22 de julio en que su padre declara
que su esposa estaba embarazada[157]. Cc. el
Mte. de Campo D. Juan Ponce de León, II Conde de Selva Florida, el que murió en
su hacienda de Itulcache y fue s. en S. Fco. en 1739-02-01[158],
viudo de Da. Ma. Ambrosia Pérez de Villarroel y Vallejo, hijo de D. Manuel
Ponce Castillejo y Pérez de Ubillús, I Conde de Selva Florida, y de Da. Ma.
Josefa de Peñalosa y Orozco. N.c.s.d.
South Beach, Miami, septiembre del
2011
[1] Hegoi Urcelay
Gaona, Los Sarmiento, Condes de Salinas: orígenes y elevación de una nueva
clase señorial (siglos XII-XVI), Universidad del País Vasco, 2009, pp. 206, 223
[2] Fernando Jurado
Noboa, El aporte de África a la historia y a la genealogía ecuatorianas, en
Rev. SAG 38, 1988, pp. 147
[3]
Fernando Jurado Noboa, El Tizón de la Nobleza y la credibilidad del cardenal
Mendoza, en Rev. SAG 48, 1989, pp. 229-230
[4]
Maximiliano Borrero Crespo, “Aclaraciones históricas” (respecto del artículo de
Fernando Jurado Noboa, “Presidentes con ancestro africano”, publicado en Rev.
Vistazo 519 de 6 de abril de 1989, a través de Sarmiento de Villandrando), en
Rev. Ceniga 8, 1990, pp. 157-161
[5] Fernando Jurado
Noboa, El aporte de África a la historia y a la genealogía ecuatorianas, en
Rev. SAG 38, 1988, pp. 147
[6] Fernando Jurado
Noboa, Presidentes del Ecuador con ancestro africano, en Rev. SAG 38, 1988, pp.
161-165
[7] Hegoi Urcelay
Gaona, Los Sarmiento, Condes de Salinas: orígenes y elevación de una nueva
clase señorial (siglos XII-XVI), Universidad del País Vasco, 2009, pp. 470
[8] Biografía del
Cardenal Pedro Gómez Sarmiento en wikipedia, donde consta una serie increíble
de errores genealógicos
[9] Hegoi Urcelay
Gaona, Los Sarmiento, Condes de Salinas: orígenes y elevación de una nueva
clase señorial (siglos XII-XVI), Universidad del País Vasco, 2009, pp. 212, 213
[10] Fernando Jurado
Noboa, El aporte de África a la historia y a la genealogía ecuatorianas, en
Rev. SAG 38, 1988, pp. 147; Vladimir Serrano Pérez, Un ejemplo de la nueva
mentalidad ecuatoriana frente a la herencia biológica africana e indígena en
América, en Rev. SAG 38, 1988, pp. 150-152; Fernando Jurado Noboa, Presidentes
del Ecuador con ancestro africano, en Rev. SAG 38, 1988, pp. 161-165
[11] Hegoi Urcelay
Gaona, Los Sarmiento, Condes de Salinas: orígenes y elevación de una nueva
clase señorial (siglos XII-XVI), Universidad del País Vasco, 2009, pp. 470
[12] Fernando Jurado
Noboa, El aporte de África a la historia y a la genealogía ecuatorianas, en
Rev. SAG 38, 1988, pp. 147
[13] Hegoi Urcelay
Gaona, Los Sarmiento, Condes de Salinas: orígenes y elevación de una nueva
clase señorial (siglos XII-XVI), Universidad del País Vasco, 2009, pp. 470,
139, 30, 149, 181, 217, 223, 235, 249
[14]
Hegoi Urcelay Gaona, Los Sarmiento, Condes de Salinas: orígenes y elevación de
una nueva clase señorial (siglos XII-XVI), Universidad del País Vasco, 2009,
pp. 470, 219; Archivo Francisco Luis de Iturbe y Bosch-Labrús: sus ascendientes
guayaquileños/ Pedro Robles Chambers, Contribución para el estudio
de la Sociedad Colonial de Guayaquil, Guayaquil, 1938, pp. 392-394
[15] Hegoi Urcelay
Gaona, Los Sarmiento, Condes de Salinas: orígenes y elevación de una nueva
clase señorial (siglos XII-XVI), Universidad del País Vasco, 2009, pp. 149
[16] Dato gentilmente
proporcionado por Javier Gómez de Olea y Bustinza
[17] Obtenido gracias
a la gentileza de Javier Gómez de Olea y Bustinza
[18]
Antonio A. Ruiz Rodríguez, Algunos miembros de la incipiente real Chancilleria
granadina, relacionados con las Indias, Universidad Internacional de Andalucía,
pp. 219-220
[19] Hegoi Urcelay
Gaona, Los Sarmiento, Condes de Salinas: orígenes y elevación de una nueva
clase señorial (siglos XII-XVI), Universidad del País Vasco, 2009, pp. 195, 251
[20]
Antonio A. Ruiz Rodríguez, Algunos miembros de la incipiente real Chancilleria
granadina, relacionados con las Indias, Universidad Internacional de Andalucía,
pp. 219-220
[21] Historia del
Colegio Viejo de San Bartholomé, Mayor de la Célebre Universidad de Salamanca,
fundado por el Dr. D. Diego de Anaya Maldonado, Arzobispo de Sevilla, cuya
primera parte fue escrita en 1661 por D. Francisco Ruiz de Vergara y Álava,
aumentada y corregida por el Marqués de Alventos D. Joseph de Rojas y
Contreras, autor de la segunda parte en 1766
[22]
Antonio A. Ruiz Rodríguez, Algunos miembros de la incipiente real Chancilleria
granadina, relacionados con las Indias, Universidad Internacional de Andalucía,
pp. 219-220
[23] Historia del
Colegio Viejo de San Bartholomé, Mayor de la Célebre Universidad de Salamanca,
fundado por el Dr. D. Diego de Anaya Maldonado, Arzobispo de Sevilla, cuya
primera parte fue escrita en 1661 por D. Francisco Ruiz de Vergara y Álava,
aumentada y corregida por el Marqués de Alventos D. Joseph de Rojas y
Contreras, autor de la segunda parte en 1766
[25]
Antonio Herrera-Vaillant, Diccionario Biográfico-Genealógico
de Gobernantes y Obispos de Venezuela Colonial, en imprenta, 2011
[26] Maximiliano
Borrero Crespo, “Orígenes
Cuencanos (Apéndice)”: Sarmiento de Villandrando, en Rev. Ceniga 3, noviembre
de 1981, pp. 72-76
[28] Maximiliano
Borrero Crespo, “Orígenes
Cuencanos (Apéndice)”: Sarmiento de Villandrando, en Rev. Ceniga 3, noviembre
de 1981, pp. 72-76
[30] Maximiliano
Borrero Crespo, “Orígenes
Cuencanos (Apéndice)”: Sarmiento de Villandrando, en Rev. Ceniga 3, noviembre
de 1981, pp. 72-76
[31] PARES: AGI, Quito, 54,
N.13; Pedro
Mexía de Ovando, La Ovandina de Nobleza, Libro II, Imprenta de Geronymo de
Contreras, Lima, 1621, pp. 304-304vta.,
[32]
http://es.wikipedia.org/wiki/Porlamar
[33] Maximiliano
Borrero Crespo, “Orígenes
Cuencanos (Apéndice)”: Sarmiento de Villandrando, en Rev. Ceniga 3, noviembre
de 1981, pp. 72-76
[35] Maximiliano
Borrero Crespo, “Orígenes
Cuencanos (Apéndice)”: Sarmiento de Villandrando, en Rev. Ceniga 3, noviembre
de 1981, pp. 72-76
[37] Maximiliano
Borrero Crespo, “Orígenes
Cuencanos (Apéndice)”: Sarmiento de Villandrando, en Rev. Ceniga 3, noviembre
de 1981, pp. 72-76
[38] también llamado
Marcial
[39] PARES: AGI, Quito, 54,
N.13
[40] PARES: AGI, Pasajeros,
L.1, E.491
[41] PARES: AGI, Quito, 54,
N.13
[42]
http://www.analitica.com/bitblioteca/pantillano/aldonza.asp
[43]
http://es.wikipedia.org/wiki/Porlamar
[44]
http://www.analitica.com/bitblioteca/pantillano/aldonza.asp
[45] James Lockhart,
Los de Cajamarca, Un estudio social y biográfico de los primeros conquistadores
del Perú, T. I, 1986, p. 110; y T. II, Lima, 1987, pp. 32
[46] el
conquistador Pedro Ortiz de Sandoval no fue su bisabuelo como dicen los
descendientes sino el padre
[47]
http://www.analitica.com/bitblioteca/pantillano/aldonza.asp
[48]
Antonio Herrera-Vaillant, Diccionario Biográfico-Genealógico
de Gobernantes y Obispos de Venezuela Colonial, en imprenta, 2011
[49] http://www.analitica.com/bitblioteca/pantillano/aldonza.asp
[50] José
Antonio del Busto Duthurburu, Diccionario Histórico Biográfico de los
Conquistadores del Perú, Tomo II, Lima, 1987, pp. 198-199
[51]
Antonio Herrera-Vaillant, Diccionario Biográfico-Genealógico
de Gobernantes y Obispos de Venezuela Colonial, en imprenta, 2011
[52]
Antonio Herrera-Vaillant, Diccionario Biográfico-Genealógico
de Gobernantes y Obispos de Venezuela Colonial, en imprenta, 2011
[53] Maximiliano
Borrero Crespo, “Orígenes
Cuencanos (Apéndice)”: Sarmiento de Villandrando, en Rev. Ceniga 3, noviembre
de 1981, pp. 72-76
[54]
Antonio Herrera-Vaillant, Diccionario Biográfico-Genealógico
de Gobernantes y Obispos de Venezuela Colonial, en imprenta, 2011
[55] Catálogo de Pasajeros a
Indias, Vol. VI (1578-1585), coordinadora: Ma. del Carmen Galbis Diez, Archivo
General de Indias – Ministerio de Cultura, 1986; PARES: AGI, Pasajeros, L.6,
E.2692
[56] http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/128/12871402.pdf:
Benjamín Flores Hernández, “Bernardo de Vargas Machuca y el Caribe”, en Rev.
Mexicana del Caribe, Vol. VII, No. 14, Univ. de Quintana Roo
[57] PARES: AGI, Sto.
Domingo, 14, N.34
[58] PARES: AGI, Quito, 14,
R.10, N.44
[59]
http://es.wikipedia.org/wiki/Porlamar
[60] Maximiliano Borrero
Crespo, “Orígenes
Cuencanos (Apéndice)”: Sarmiento de Villandrando, en Rev. Ceniga 3, noviembre
de 1981, pp. 72-76
[61]
Antonio Herrera-Vaillant, Diccionario Biográfico-Genealógico
de Gobernantes y Obispos de Venezuela Colonial, en imprenta, 2011
[62] PARES: AGI, Quito, 54,
N.13; José Martín Cuesta, S.I., Jaén de Bracamoros, Vol. II, pp. 257-258
[63] Pedro Mexía de
Ovando, La Ovandina de Nobleza, Libro II, Imprenta de Geronymo de Contreras,
Lima, 1621, pp. 304-304vta.
[64] PARES: AGI, Quito, 54,
N.13; José Martín Cuesta, S.I., Jaén de Bracamoros, Vol. II, pp. 257-258
[65] PARES: AGI, Quito, 54,
N.13; José Martín Cuesta, S.I., Jaén de Bracamoros, Vol. II, pp. 257-258
[66]
Antonio Herrera-Vaillant, Diccionario Biográfico-Genealógico
de Gobernantes y Obispos de Venezuela Colonial, en imprenta, 2011
[67]
Antonio Herrera-Vaillant, Diccionario Biográfico-Genealógico
de Gobernantes y Obispos de Venezuela Colonial, en imprenta, 2011
[68] PARES: AGI, Pasajeros,
L.9, E.3233
[69]
Antonio Herrera-Vaillant, Diccionario Biográfico-Genealógico
de Gobernantes y Obispos de Venezuela Colonial, en imprenta, 2011
[70] PARES: AGI, Quito, 54,
N.13; José Martín Cuesta, S.I., Jaén de Bracamoros, Vol. II, pp. 257-258
[71]
Antonio Herrera-Vaillant, Diccionario Biográfico-Genealógico
de Gobernantes y Obispos de Venezuela Colonial, en imprenta, 2011
[72] Maximiliano
Borrero Crespo, “Orígenes
Cuencanos (Apéndice)”: Sarmiento de Villandrando, en Rev. Ceniga 3, noviembre
de 1981, pp. 72-76
[73] PARES: AGI, Quito, 54,
N.13; José Martín Cuesta, S.I., Jaén de Bracamoros, Vol. II, pp. 257-258
[74]
Antonio Herrera-Vaillant, Diccionario Biográfico-Genealógico
de Gobernantes y Obispos de Venezuela Colonial, en imprenta, 2011
[75] PARES: AGI, Quito, 54,
N.13; José Martín Cuesta, S.I., Jaén de Bracamoros, Vol. II, pp. 257-258
[76] Ortiz de la
Tabla Ducasse, Javier, Los Encomenderos de Quito 1534-1660, Origen y Evolución
de una Elite Colonial, Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla,
Sevilla, 1993, p. 118
[77] en realidad jamás
fue encomendero de esos sitios que fueron de su hijo D. Juan por quien actuó.
[79] no es II
[80] PARES: AGI, Quito, 54,
N.13; José Martín Cuesta, S.I., Jaén de Bracamoros, Vol. II, pp. 257-258
[81] no parece que se
haya domiciliado en Quito
[82] PARES: AGI, Quito, 33,
N.16; José Martín Cuesta, S.I., Jaén de Bracamoros, Vol. IV, pp. 205-206,
289; http://es.wikipedia.org/wiki/Gobernadores_de_Chile;
AAA,
"Ilustres Casas Blasonadas de España y el linaje de Huaynacápac, origen de
muchas familias lojanas", p. 125
[83] Maximiliano
Borrero Crespo, “Orígenes
Cuencanos (Apéndice)”: Sarmiento de Villandrando, en Rev. Ceniga 3, noviembre
de 1981, pp. 72-76
[84] Pedro Mexía de
Ovando, La Ovandina de Nobleza, Libro II, Lima, 1621, p. 304v.
[85]
Guillermo Lohmann Villena, Los regidores perpetuos del Cabildo de Lima
(1535-1821), T. II, Sevilla, 1983, pp. 112, 178-182, 199; Guillermo Lohmann
Villena, Los regidores perpetuos del Cabildo de Lima (1535-1821), T. I,
Sevilla, 1983, pp. 81, 97, 182, 199, 200, 222, 223; AGN de Perú, Protocolo 1463
ante Pedro Pérez Landero, f. 329vta. y 691
[86]
AGN de Perú, Protocolo 610 ante Marcelo Antonio de Figueroa, f. 235
[87] ANHQ/N1, Vol. 267. No
es nacida en Loja como se desliza en AAA, "Antiguos linajes lojanos enlazados entre sí:
los Tamayo del Castillo, Suárez de Quiñones y Torres Hinojosa"
[88] según la probanza
hecha por su hijo D. Felipe Tamayo del Castillo en 1665 (AAA, "Ilustres Casas
Blasonadas de España y el linaje de Huaynacápac, origen de muchas familias
lojanas", p. 125)
[89] AAA, "Antiguos linajes
lojanos enlazados entre sí: los Tamayo del Castillo, Suárez de Quiñones y
Torres Hinojosa", pp. 15, 19-28; AAA, "Datos sobre apellidos y
personajes lojanos", pp. 62-66; AAA,
"Ilustres Casas Blasonadas de España y el linaje de Huaynacápac, origen de
muchas familias lojanas", pp. 121-158
[90] En AAA, "Antiguos linajes
lojanos enlazados entre sí: los Tamayo del Castillo, Suárez de Quiñones y
Torres Hinojosa", p. 15, es apellidado Tamayo del Castillo y Rengifo Enao.
El
apellido Henao le correspondería por el lado de su muy probable bisabuelo el
Cap. Vicente Tamayo como se verá y no por el lado de su bisabuela Da. María
Rengifo
[91] Miguel Wenceslao
Quintero Guzmán, Fuentes para la historia, Linajes del Cauca Grande, Bogotá,
2006, Linaje de Diego del Castillo. Me baso para decir que este D. Diego Tamayo
del Castillo y Rengifo muy probablemente debe ser nieto de esta pareja en una
declaración de Juan de Rengifo Tamayo constante en su testamento otorgado en
1633 en Sta. Fé, segurísimo hermano de Da. Inés Tamayo, en que afirma que ella
tiene varios hijos, y es muy probable que alguno de ellos sea el padre de este
Diego. Como se verá también a continuación es mucha coincidencia que un hijo
del Cap. Diego del Castillo y Tamayo, hijo conocido de esta pareja lleve el nombre
de Juan Ambrosio y que un hijo de los Tamayo del Castillo-Quiñones se llame
Ambrosio Solano.
D. Diego Tamayo del Castillo,
como bien lo hace notar Quintero Guzmán, no puede ser hijo del Cap. Vicente
Tamayo (que no es Tamayo del Castillo) y de Da. María Rengifo (que no es Enao
Rengifo) como afirma Anda en "Antiguos linajes lojanos enlazados entre sí: los Tamayo del
Castillo, Suárez de Quiñones y Torres Hinojosa", Rev. Ceniga No. 4, Quito,
1982, pp. 15, 17-18, ellos en todo caso pueden ser sus bisabuelos si hacemos un cálculo
cronológico. Además el Cap. Vicente Tamayo había casado por 1561, casi 50 años
antes del nacimiento de D. Diego Tamayo del Castillo y Rengifo, y otorgó
testamento en 1593 en Sta. Fé. Además, como expresa Quintero, solo Juan Rengifo
Tamayo, encomendero en Anserma y esposo de Da. María –o Mariana- de la Serna,
fue hijo del matrimonio Tamayo-Rengifo, no así los otros: Fco. y Da. Fca.
Vásquez Tamayo, Blas Rengifo Tamayo, Luis y Da. Jerónima, quienes fueron hijos
del matrimonio Rengifo Tamayo-Serna, es decir, nietos de los Tamayo-Rengifo.
Según Quintero, “se concluye que la prole mencionada por Anda es una mezcla de los hijos
de Vicente de Tamayo, mencionados por Ocáriz, y los de su hijo Juan, con la
adición del don Diego Tamayo del Castillo”.
[92]
AGN de Perú, Protocolo 610 ante Marcelo Antonio de Figueroa, f. 235
[93]
AAL de Lima, Capellanías, , XL: 9, 1668
[94]
AGN de Perú, Protocolo 610 ante Marcelo Antonio de Figueroa, f. 235
[95]
AGN de Perú, Protocolo 1463 ante Pedro Pérez Landero, f. 535
[96] AJCI/AJCOO, C.
21, Doc. 41213
[97] AJCI/AJCOO, C.
15, Doc. 41146
[99] AJCI/AJCOO, C.
172, DII
[100] AJCI/AJCOO, C.
172, DI
[101] AJCI/AJCOO, C.
13, Doc. 41047-41087
[102] AJCI/AJCOO, C.
15, Doc. 41146
[103] AJCI/AJCOO, C.
15, Doc. 41138
[104] NHQ/N1, Vol. 267
[105] AJCI/AJCOO, C.
18, Doc. 41177
[106] AJCI/AJCOO, C.
18, Doc. 41178
[107] AJCI/AJCOO, C.
25, Doc. 41264
[108] AJCI/AJCOO, C.
20, Doc. 40192
[109] AJCI/AJCOO, C.
21, Doc. 41208
[110] AJCI/AJCOO, C.
21, Doc. 41213
[111] AJCI/AJCOO, C.
186
[112] AJCI/AJCOO, C.
21, Doc. 41215
[113] AJCI/AJCOO, C.
23, Doc. 41219
[114] AJCI/AJCOO, C.
21, Doc. 41213
[115] AJCI/AJCOO, C.
24, Doc. 41231
[116] AJCI/AJCOO, C.
26/D. 41269
[117] AJCI/AJCOO, C.
23, Doc. 41226
[118] AJCI/AJCOO, C.
21, Doc. 41213
[119] PARES: AGI, Quito, 54,
N.13; José Martín Cuesta, S.I., Jaén de Bracamoros, Vol. IV, pp. 205-206, 243,
341
[120] AJCI/AJCOO, C.
152, D43453
[121] no en 1665 como
consta en la obra del P. José Martín, error justificable porque cuando
comparece uno de los testigos el Escribano anotó mal el año
[122] PARES: AGI, Quito, 54,
N.13; José Martín Cuesta, S.I., Jaén de Bracamoros, Vol. IV, pp. 205-206, 243,
341
[123] PARES: AGI, Quito, 14,
R.10, N.44
[124] n. por 1626 en Logroño,
Castilla la Vieja –hoy en La Rioja-, Caballero de Santiago[124],
el que en enero de 1675 en Quito declara tener 48 años. Fue esposo de la
quiteña Da. Ana María de Orozco y Loma Portocarrero
[125] PARES: AGI, Quito, 54,
N.13; José Martín Cuesta, S.I., Jaén de Bracamoros, Vol. IV, pp. 205-206
[126]
MBC, Orígenes Cuencanos (Apéndices), Ceniga 3, pp. 70, 75
[127] AJCI/AJCOO, C.
152, D43453
[128]
MBC, Orígenes Cuencanos (Apéndices), Ceniga 3, pp. 70, 75
[129] AJCI/AJCOO, C.
15, Doc. 41135
[130] NHQ/N1, Vol. 267
[131] AJCI/AJCOO, C.
20, Doc. 40192
[132]
MBC, Orígenes Cuencanos (Apéndices), Ceniga 3, pp. 70, 75
[133] En la carta-artículo “Un ejemplo de la
nueva mentalidad ecuatoriana frente a la herencia biológica africana e indígena
en América” de autoría de Vladimir Serrano Pérez, publicado en la Revista SAG
No. 38, 1988, pp. 150-152, se afirma que se desempeñó también como Gobernador de Quito, sin
embargo, de lo que se puede observar es que en la conversación mantenida entre
Serrano y Fernando Jurado Noboa, de la que surgió la mentada carta-artículo,
existió una confusión, seguramente se quiso decir que fue su padre D. Felipe
Sarmiento de Villandrando el que fue Gobernador de Jaén de Bracamoros en la
Audiencia de Quito
[134] Ortiz de
la Tabla Ducasse, Javier, Los Encomenderos de Quito 1534-1660, Origen y
Evolución de una Elite Colonial, Escuela de Estudios Hispano-Americanos de
Sevilla, Sevilla, 1993, p. 119
[135] AN3H/Q, T. 25
[136] FJN, El aporte de
África a la historia y a la genealogía ecuatorianas, SAG 38, 1988, p. 147
[138] no es Lisón
[139] PARES: AGI, Quito, 54,
N.13; José Martín Cuesta, S.I., Jaén de Bracamoros, Vol. IV, pp. 205-206; Ortiz de la Tabla Ducasse,
Javier, Los Encomenderos de Quito 1534-1660, Origen y Evolución de una Elite
Colonial, Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla, Sevilla, 1993, p.
259
[140] NHQ/N1, Vol. 267
[141] AJCI/AJCOO, C.
22, Doc. 41217
[142]
MBC, Orígenes Cuencanos, T. II, 1962, p. 231
[143] Ortiz de
la Tabla Ducasse, Javier, Los Encomenderos de Quito 1534-1660, Origen y
Evolución de una Elite Colonial, Escuela de Estudios Hispano-Americanos de
Sevilla, Sevilla, 1993, p. 203
[144] Moreno
Egas, Jorge, Vecinos de la Catedral de Quito fallecidos entre 1704 y 1800,
Quito, 1989, p. 270
[145]
MBC, Orígenes Cuencanos, T. II, 1962, p. 231
[146] Ortiz de
la Tabla Ducasse, Javier, Los Encomenderos de Quito 1534-1660, Origen y
Evolución de una Elite Colonial, Escuela de Estudios Hispano-Americanos de
Sevilla, Sevilla, 1993, p. 203
[147] Moreno
Egas, Jorge, Vecinos de la Catedral de Quito fallecidos entre 1704 y 1800,
Quito, 1989, p. 238
[149] FJN, Riobamba una
ciudad de andaluces en América, 2005, pp. 263-265. Hay que tener cuidado de no
confundir que esa dote haya sido otorgada a su madre
[150] AN3H/Q, T. 25
[151] Su muy probable
origen se encuentra dilucidado en FJN, Riobamba una ciudad de andaluces en
América, 2005, p. 99
[152] Los Vallejo Sarmiento
de Villandrando son bisnietos y no nietos de D. Felipe Sarmiento de
Villandrando (José Martín Cuesta, S.I., Jaén de Bracamoros, Vol. V, pp. 92-100)
[153]
MBC, Orígenes Cuencanos, T. II, 1962, pp. 310-311, 269-272, 231, 139-140,
143-144; MBC, Orígenes Cuencanos (Apéndices), Ceniga 5, pp. 193-194; MBC,
Orígenes Cuencanos (Apéndices), Ceniga 3, pp. 87-89; MBC, Orígenes Cuencanos
(Apéndices), Ceniga 2, p. 127; FJN, Los Donoso, 1993, pp. 91, 47; FJN,
Los Larrea, 1986, pp. 92-93, 191-197; FJN, Riobamba una ciudad de andaluces en
América, 2005, pp. 96-99, 183, 192, 260, 277-278, 280, 324-325, 347, 273, 351,
362-363, 365, 366, 373; José Freile Larrea, León, siglos XVI-XIX, Ceniga 13,
1995, pp. 19-20, 25-28, 35, 43, 46-47; Ortiz de la Tabla Ducasse, Javier,
Los Encomenderos de Quito 1534-1660, Origen y Evolución de una Elite Colonial,
Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla, Sevilla, 1993, cuadros
Sarmiento de Villandrando, Vallejo-Velasco, Padilla-Vallejo, Galarza, Bonifaz
de Herrera; Marchán Romero, Carlos, Bruno Andrade Andrade, Germán Creamer
Guillén, Estructura Agraria de la Sierra Centro Norte 1830-1930, Tomo IV,
Quito, 1986, pp. 469-472; FJN, Presidentes del Ecuador con
ancestro africano, SAG 38, 1988, pp. 161-165; FJN, El Tizón de la Nobleza y la
credibilidad del cardenal Mendoza, SAG 48, 1989, pp. 229-230; FJN, Aclaraciones
históricas, SAG 48, 1989, pp. 273-274; Jurado Noboa, Fernando, Los
Chiriboga, Rev. SAG No. 43, Primera Edición, Quito, 1989, pp. 8, 64-158; FJN,
Los Mancheno, 1983, pp. 58-59
[154]
MBC, Orígenes Cuencanos, T. II, 1962, pp. 310-311, 269-272, 231, 139-140,
143-144; MBC, Orígenes Cuencanos (Apéndices), Ceniga 5, pp. 193-194; MBC,
Orígenes Cuencanos (Apéndices), Ceniga 3, pp. 87-89; MBC, Orígenes Cuencanos
(Apéndices), Ceniga 2, p. 127; FJN, Los Donoso, 1993, pp. 91, 47; FJN,
Los Larrea, 1986, pp. 92-93, 191-197; FJN, Riobamba una ciudad de andaluces en
América, 2005, pp. 96-99, 183, 192, 260, 277-278, 280, 324-325, 347, 273, 351,
362-363, 365, 366, 373; José Freile Larrea, León, siglos XVI-XIX, Ceniga 13,
1995, pp. 19-20, 25-28, 35, 43, 46-47; Ortiz de la Tabla Ducasse, Javier,
Los Encomenderos de Quito 1534-1660, Origen y Evolución de una Elite Colonial,
Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla, Sevilla, 1993, cuadros
Sarmiento de Villandrando, Vallejo-Velasco, Padilla-Vallejo, Galarza, Bonifaz
de Herrera; Marchán Romero, Carlos, Bruno Andrade Andrade, Germán Creamer
Guillén, Estructura Agraria de la Sierra Centro Norte 1830-1930, Tomo IV,
Quito, 1986, pp. 469-472; FJN, Presidentes del Ecuador con
ancestro africano, SAG 38, 1988, pp. 161-165; FJN, El Tizón de la Nobleza y la
credibilidad del cardenal Mendoza, SAG 48, 1989, pp. 229-230; FJN, Aclaraciones
históricas, SAG 48, 1989, pp. 273-274; Jurado Noboa, Fernando, Los
Chiriboga, Rev. SAG No. 43, Primera Edición, Quito, 1989, pp. 8, 64-158
[155] FJN, Los
Castillo, Ceniga 2, 1981, pp. 26-58
[156] FJN, Los
Mancheno, 1983, pp. 58-59; Piedad y Alfredo Costales, Los Maldonado en la Real
Audiencia de Quito, 1987, p. 83
[157] NHQ/N1, Vol. 267
[158] Moreno
Egas, Jorge, Vecinos de la Catedral de Quito fallecidos entre 1704 y 1800,
Quito, 1989, p. 208
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